Condenas menores para un clan de O Vao que llevaba la droga en taxi y ofrecía a los clientes un galpón para consumirla
Por Natalia Puga & Mónica Patxot
Un acuerdo de conformidad alcanzado entre la Fiscalía y los acusados ha reducido de forma importante las penas de prisión que deberán cumplir los implicados en una red dedicada al tráfico de drogas que tenía su centro de operaciones en el poblado de O Vao de Arriba, en Poio. La droga llegaba a este asentamiento chabolista en un taxi y, una vez allí, el cliente final lo compraba en una caseta y tenía a su disposición un galpón para su consumo.
En esta causa había inicialmente ocho acusados, si bien la Audiencia Provincial de Pontevedra tan solo pudo citar para juicio siete al morir el octavo durante la fase de instrucción. Todos comparecieron este martes en la sección segunda del tribunal provincial, si bien finalmente evitaron tener que sentarse en el banquillo tras alcanzar este acuerdo de conformidad con el fiscal antidroga, Pablo Varela.
El acuerdo supone aplicar a los siete detenidos la circunstancia atenuante de confesión y, además, a tres de ellos modificarle el grado de participación en los hechos, al entender que fueron colaboradores y no autores del delito. De esta forma, aunque inicialmente el fiscal pedía para cada uno ocho años de cárcel, al final tan solo cumplirán penas un año y medio, dos años y tres años y medio.
Cuatro de los siete acusados deberán cumplir tres años y medio de cárcel, de los que tres son como autores de un delito contra la salud pública y seis meses por integración en grupo criminal.
Los cuatro tenían distintas funciones asignadas en la organización. Uno de ellos, de nombre Carlos Alberto, era el propietario de una chabola de O Vao de Arriba en la que vendían la droga a los consumidores finales e incluso les ofrecían consumirla allí mismo en un habitáculo especialmente acondicionado para ello, una especie de galpón.
Otro de los cuatro principales acusados, de nombre, Manuel, tenía un taxi Toyota Prius que garantizaba el suministro de la droga en el poblado. Iba en un taxi en el que otras personas se hacían pasar por clientas para simular un viaje real, iban a recoger la droga y la llevaban a O Vao de Arriba.
Los otros dos acusados, Manuel Ángel y Fran, eran las personas a las que el taxista cogía la droga. Primero era Manuel Ángel y, una vez que los investigadores le detuvieron, le sustituyó Fran.
En cuanto a los tres presuntos cómplices, María Carmen y José estaban en la chabola en la que se vendían la droga y realizaban tareas de vigilancia para facilitar las ventas. Ambos deberán cumplir dos años de prisión por un delito contra la salud pública.
La tercera colaboradora, María José, es una mujer que viajaba en el taxi simulando ser clienta para dar cobertura legal a los traslados de la droga. Deberá cumplir un año y medio por un delito contra la salud pública.
Finalmente, ninguno de los siete acusados entrará en prisión. Los tres colaboradores no lo harán porque tienen una pena de dos años o inferior y carecen de antecedentes. Los cuatro principales acusados tampoco a condición de que continúen con un tratamiento para dejar el consumo de drogas.
El fiscal antidroga, Pablo Varela, valora de este acuerdo que los siete han acabado condenados y también que, de forma inmediata, los más de 100.000 euros intervenidos a los acusados durante esta operación antidroga pasarán a manos del Plan Nacional sobre Drogas.
Esta red logró desmantelarse fruto de una operación antidroga realizada de forma conjunta por la Guardia Civil y la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) Policía Nacional entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019. Pese a que la investigación se dio por finalizada en noviembre de 2019, la fase final de explotación de la operación se realizó a principios de diciembre de ese año, con una macro redada que fue especialmente visible en O Vao y también en las calles Virgen del Camino y Paseo de Colón de Pontevedra. Alguno de los acusados ya había sido detenido en julio y otro fue posterior.
La Fiscalía Antidroga considera que esta operación conjunta fue importante para desactivar la actividad de los clanes de venta de droga de O Vao. Junto con otras dos todavía sin juzgar, ayudaron a reducir de forma importante la actividad de este poblado como supermercado de venta constante de droga, de tal forma que ahora su actividad se ha reducido de forma importante.
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