La UME, día a día "intenso" desde Figueirido para una reacción rápida en caso de incendios forestales en toda Galicia
Por Natalia Puga & Cristina Saiz
Un total de 23 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) se mantienen desplegados de forma permanente en Galicia para ayudar en las labores de lucha contra el fuego en aquellos incendios que, por sus dimensiones y características, precisen una intervención especializada. No es un despliegue nuevo, sino que este año llevan ya varias semanas de agosto y acumulan ya varios veranos desplegando dispositivos similares, pero este lunes se ha puesto de nuevo el foco sobre ellos con motivo de un "reconocimiento y agradecimiento" que ha querido hacerles la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra.
Este despliegue tiene acento pontevedrés porque la UME ha desplegado una unidad de intervención de entidad sección integrada por 23 efectivos del Quinto Batallón, en la base ´General Morillo´ de Figueirido, sede de la Brilat. Allí recibieron la visita de la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, y del subdelegado de Defensa en Pontevedra, el coronel Ángel de Miguel.
Ambos conocieron de primera mano el trabajo de esta unidad acompañados por su máximo responsable, el teniente coronel José Alberto Barja, y quisieron brindarles ese agradecimiento "por el compromiso a favor de los ciudadanos y de las ciudadanas en épocas y en momentos críticos", tanto ahora durante la campaña de lucha contra los incendios como en la operación Centinela Gallego de la Brilat para la prevención de incendios y durante el estado de alarma por el coronavirus con sus tareas de desinfección y patrullas. En estos momentos críticos "se ve la importancia que tiene el Ejército de España para la sociedad", recordó Larriba.
De su mano, tuvieron contacto con los 23 militares y pudieron conocer los medios materiales desplegados para su trabajo en Pontevedra, tres autobombas; un vehículo nodriza, "el músculo de la unidad"; y un sistema de mando y control con capacidad de transmisión de vídeo a través de helicóptero y de drones que les permite conocer el perímetro del incendio en todo momento y poder tomar decisiones sobre cómo evoluciona. Completan el despliegue dos vehículos ligeros, un vehículo de comunicaciones y un camión de carga.
El teniente coronel Barja explicó que los medios desplegados en Pontevedra tienen su base en León, desde donde tienen responsabilidad de apoyar a cuatro comunidades, Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León.
En particular, para la campaña de lucha contra incendios forestales este batallón viene destacando desde hace años una unidad permanente en Galicia en agosto y septiembre que este año tiene estos 23 militares fijos, pero que se puede ampliar en función de las necesidades. A esa primera fuerza de reacción de 23 pueden sumar hasta 140 o 150 militares en cuestión de 2 horas y media.
Físicamente están en Figueirido y seguirán hasta final de septiembre, pero trabajan en toda Galicia. El objetivo de su despliegue aquí en lugar de estar en su base de León es que, de esta forma, pueden "acortar los plazos de reacción en el caso de un apoyo".
Su eficacia se ha demostrado en las últimas semanas en varios incendios en la zona de Ourense, en localidades como Lobios o Toén, pues al estar más cerca pudieron incorporarse a los dispositivos de extinción "de la forma más breve posible". Según los datos facilitados, la Xunta de Galicia solicitó este año su intervención en cuatro incendios.
El teniente coronel de la UME se mostró muy agradecido por la visita de la subdelegada del Gobierno, que interpreta como "un reconocimiento de la sociedad de Pontevedra y de Galicia a la labor de la UME en los últimos años" y explicó que su día a día es "intenso" y "muy satisfactorio".
En su caso particular, reconoce que es "un honor un dirigir y coordinar" a militares que son "lo mejor de los tres Ejércitos, Tierra, Aire y Armada", pues es una unidad conjunta bajo su mando.
El coronel Ángel de Miguel explicó que estos 23 efectivos no son los mismos todo el verano, sino que "el esfuerzo, la tensión y el trabajo" hacen que sea necesario ir relevándolos con regularidad "porque el nivel de exigencia es muy elevado".
Además de las propias tareas de extinción, también cumplen funciones de colaboración institucional y una doble faceta, una previa de preparación coordinación previa a la emergencia y otra de coordinación durante la propia emergencia.
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