Las brigadas provinciales trabajan a pleno rendimiento para atender las numerosas emergencias en las carreteras de la comarca
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Por Redacción
Las brigadas de mantenimiento de las vías de la Deputación de Pontevedra llevan trabajando a pleno rendimiento desde primero de año a causa del mal tiempo. Desde las 5:30 horas de este viernes se sucedieron cerca de 20 avisos por emergencias llegados desde el 112, de los ayuntamientos y de personas particulares a causa de desprendimientos, inundaciones, arrastres de tierras, caídas de árboles, desbordamientos de tajeas y otros problemas en la red provincial de carreteras.
A mayores del trabajo común de mantenimiento y vigilancia, sólo en los primeros ocho días de año se contabilizaron cerca de 60 emergencias, una cifra récord toda vez que el ejercicio de 2015 se cerró con 367.
El diputado de Movilidad, Uxío Benítez, destacó el gran trabajo de las ocho brigadas que se esforzaron para intentar que la circulación fuera lo más segura posible a pesar de las inclemencias meteorológicas, desdoblándose incluso para atender diferentes partes a un mismo tiempo.
Entre otros incidentes las brigadas acudieron a Ponte Caldelas por una bolsa de agua en la EP-0201 Ponte Caldelas-Barbudo; y por la presencia de tierras y piedras en la calzada de la EP-9201 entre Sanxenxo-Bordóns-Samieira (a las 12:56).
También hubo otra emergencia en Ribadumia, al estar la carretera entre Muiños Novos-Tabueiros anegada a la altura de Pontearnelas. Allí los operarios estuvieron trabajando durante casi dos horas.
La siguiente actuación se hizo en Vilaboa. Desde el gobierno local se dio aviso de que el riachuelo de la EP-002 entre Marco-Tomeza-Figueirido (Río de Bois) estaba a punto de desbordar por atasco de las tuberías existentes.
La brigada también actuó en varios puntos de la EP-0017 Bao -Campañó, en el término municipal de Pontevedra, debido a bolsas de agua al lado de la rotonda de la vía rápida, cañerías atascadas y señales a punto de caer. Se acudió también a la carretera de Xeve-Amil-Espedregueira por desbordamientos de agua en la carretera y a la vía entre Juan XXIII-Figueirido por la caída de un árbol en las cercanías de la Brilat.
En el Ayuntamiento de Ponte Caldelas fue precisa la intervención de toda una brigada para desatascar tajeas que hacían que el agua resbalara formando láminas por la calzada, con el consiguiente riesgo para la circulación. En el ayuntamiento de Vilaboa, a la altura del O Picho, los operarios tuvieron que retirar un árbol caído por el viento en la EP-0101 Postemirón-Acuña.
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