El mercado de San Miguel o La Boquería, ¿referentes para la Plaza de Abastos de Pontevedra?
Por Alejandro Espiño
Madrid o Barcelona son dos de las ciudades que han buscado nuevas fórmulas para revitalizar sus viejos mercados y plazas de abastos. El mercado de San Miguel, situado al lado de la popular Plaza Mayor madrileña, reúne una gran oferta de degustaciones gastronómicas. Y La Boquería, el mercado más conocido de la Ciudad Condal, ha abierto también sus puertas a nuevas iniciativas comerciales, convirtiéndose en un punto de gran interés turístico.
Hacia una idea similar busca caminar el Concello de Pontevedra. Ante el escaso interés existente para ocupar los puestos vacantes, se están estudiando proyectos que ayuden a aumentar el interés de los ciudadanos hacia la Plaza de Abastos de la ciudad. Estas nuevas formas de explotación estarían relacionadas, principalmente, con la gastronomía. Esta modalidad ya se probó en los últimos meses con diferentes showcookings y ferias.
Esa es la idea, entre otras, que maneja la concejala de Promoción Económica, Carlota Román, para dar un nuevo aire a unas instalaciones que, a día de hoy, son tremendamente deficitarias -unos 250.000 euros al año-. De ahí que se haya iniciado la redacción de una nueva ordenanza para regular los usos del mercado municipal para, al mismo tiempo, adaptarla a la nueva legislación en materia de comercio.
En este sentido, Carlota Román insistió en que los horarios de la Plaza de Abastos "deben adaptarse aos do século XXI" y comenzar a abrir también por las tardes para ofrecer un mejor servicio a sus clientes. Además, considera que un aspecto a corregir es el deficiente etiquetado del producto, por lo que instó a los placeros a que los precios estén "ben claros" y que se informe del origen del pescado, la carne o la fruta que se vende en sus instalaciones.
Estas reflexiones de la edil socialista se produjeron durante una rueda de prensa en la que informó del proceso de adjudicación de los puestos vacantes en la plaza, que no fue tan satisfactorio como se esperaba. De los 99 puestos que se ofertaron, solo se han cubierto 11. Se trata de tres puestos de venta de fruta y hortalizas en la planta alta y de ocho puestos en la planta baja, repartidos en una panadería, una carnicería y seis puestos de pescado fresco.
Tras la conclusión de este procedimiento aún quedan 88 vacantes en la Plaza de Abastos de Pontevedra, demasiados para rentabilizar unas instalaciones diseñadas para 367 negocios. Y señala que el coste no puede ser excusa para no animarse a explotar uno de los puestos, ya que el canon oscila, en función del negocio y su ubicación en el mercado, entre los 1.936 y los 11.616 euros, un dinero que se paga únicamente una vez.
Además, cada placero debe pagar mensualmente una tasa para labores de limpieza y mantenimiento, cuantificada entre los 15 y los 58 euros, "moito menos dos gastos que xera un negocio en calquera otra parte da cidade", señaló Carlota Román. Se trata de unos precios, dijo, que llevan congelados desde 2003, año en el que reabrió este mercado tras sus obras de rehabilitación.
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