Milagros Bará
El día de la independencia
Todo empieza cuando nos queremos independizar de nuestros padres y eso sucede dos veces en la vida, al nacer y a los dieciocho (o treinta y cuatro). La cosa sigue cuando nos separamos, cuando salimos, cuando viajamos. Hay independencias para dar y tomar pero las más importantes son la personal y la económica. Más allá de estas existen la de los partidos políticos, que quieren la independencia, y las guerras de independencia, pero aquí la cosa cambia porque hay bajas.
No estaría mal que Cataluña y el País Vasco se independizaran, de verdad. Más que nada para ver qué hace Mas cuando Barcelona y Tarragona pidan la independencia de Lérida y Gerona. Será muy interesante el texto del discurso, los argumentos del discurso, en resumidas cuentas: el discurso en sí. Parece que lo estoy viendo: "que si no está en los estatutos, que hay que cumplir la legalidad vigente", que aburrimiento. Menos mal que Ada Colau ha declarado que "no se puede hacer una declaración unilateral de independencia con ese resultado", el de su parlamento a día de hoy. No estaría de más que el conde de Barcelona y Gerona reclamara la ciudad por derecho histórico, sin ir Más lejos los descendientes de Ramón Berenguer II, también conocido como el "Cabeza de Estopa".
"AdeMás" a los políticos catalanes independentistas les gustaría quedarse "a la fuerza" con Valencia, Baleares, Andorra y Cerdeña, que conforman los llamados países catalanes. Todo muy coherente. Gracias a estos políticos en Europa están flipando cuando tienen que contratar traductores por partida doble porque "el catalán y el valenciano son dos lenguas diferentes". Por su parte los políticos vascos quieren "anexionarse" el País Vasco Francés y Navarra para volver al Ducado de Vasconia del siglo VI, que también podría reclamar el duque correspondiente. Vale, pues yo como gallega pido la independencia de mi tierra y que Portugal se integre en Galicia como en los tiempos de Felipe III, les guste o no a los portugueses. Así lo cantaba Reixa y con toda la razón: "menos mal que nos queda Portugal". Y a Lugo que ni se le ocurra querer ser de Asturias, eh? En Pontevedra por suerte nos queda el Conde de Malvar y el de Bugallal para reclamar la ciudad como propia.
Lo que no tiene un pase es que los que se quieren marchar exigen llevarse a la fuerza a otros y saltarse la ley como quien se toma el pincho de las doce. Hay quien sospecha, con tanta corrupción, que Mas, el heredero de Puyol, tenía mucha prisa por traspasar a la autonomía la hacienda pública y así tapar todas sus vergüenzas y corrupciones. Lo dicho en otras ocasiones, que los de andar por casa estamos haciendo el canelo viviendo a salto de Matas.
A mí las autonomías me parecen cada vez más nidos de corrupción. Y la cosa sigue porque por ahora "tonto el último". Si antes estaba centralizada, ahora se reparte por todo el territorio y a más corruptos toca. A nosotros nos cuentan la milonga de la lengua y la cultura, y así fue como lo defendieron políticamente en su momento, pero basta ver lo que les importa: exactamente un bledo. Los objetivos no se han cumplido, por eso los de a pie seguimos protestando.
En fin, que se podría recortar el mapa de España por Euskadi y Cataluña, el resto soltar lastre e ir a la deriva por el Atlántico, que con un poco de suerte varamos en Brasil.