Milagros Bará
El cónclave... o sin clave español
Ayer nuestros corazones estaban en vilo al seguir en directo la reunión del Comité Federal del Partido Socialista Obrero Español... una pena, peñita, peña. Es como casi el año, que ha pasado en un suspiro sin gobierno, y, la verdad, es que exceptuando los presupuestos la vida sigue igual de mal, como a Julio Iglesias.
Es el eterno "clausi cum clave", que cuando un grupo de cardenales se debatieron para proclamar a un sucesor al trono de San Pedro en 1268, y por división de los diferentes bandos, estuvieron casi cuatro años reunidos para elegir un nuevo Papa. Hartos ya, por el paso del tiempo los ciudadanos de Viterbo les racionaron la comida, el pan y el agua, para que pasaran hambre y se decidieran antes, pero como no pasaba nada y se acercaba el otoño, desmantelaron el tejado poco a poco para que así, entre la deshidratación, el hambre, el frío y las inclemencias meteorológicas, concluyeran su cometido.
El asunto es que quince eran el número de cardenales apuntalados y, cuando la cosa se fue poniendo cruda, un grupo de espabilados, en concreto once, decidieron delegar la solución en seis. Estos seis, con todo lo anteriormente dicho terminaron eligiendo como Papa a Teobaldo Visconti, un hombre de a pie, que ordenaron sacerdote y Papa casi a la vez un 19 de marzo de 1272 con el nombre de Gregorio X.
La verdad es que las historias se repiten, en el Congreso de los Diputados y en la calle Ferraz está pasando. La diferencia es que si para los chupópteros que están en funciones para formar gobierno, es decir gobierno en funciones y oposiciones en funciones, se les pagaran el subsidio de 425 euros mientras no se deciden otro gallo cantaría, como el de Portugal.
Pues que tomen nota de Gregorio X que al final fue beatificado y las profecías de San Malaquías lo nombran como el Angineus Vir, o dicho de otra forma, la culebra que devora al hombre que es lo que parece en el escudo de armas familiar.
El punto ha llegado a tal punto (de ebullición) que nos da lo mismo si eligen a Leticia Sabater y su Salchipapa para vivir en la Moncloa, a Carmen de Mairena como presidenta del Senado y a Cañita Brava como nuevo Secretario General del PSOE.
Gregorio X murió con la botas puestas, no como Benedicto XVI, que aún anda de paseo por ahí: "Resiste Pedro, aguanta, que no hay golpe que por bien no venga". Que al principio del cristianismo los Papas eran elegidos por los obispos y por el pueblo, como en Podemos, y los cristos eran tan proverbiales que se designaban observadores (que hoy serían de la ONU) para interpretar signos divinos de cara a la elección. De hecho, una de las veces se posó una paloma sobre los hombros de un tal Fabián y sin comérselo ni bebérselo fue nombrado Papa.
Si es que antes se resolvían las cosas de manera más lógica, aunque nada nos diferencia de los hombres de Atapuerca, y es que la vida es como un bucle tan rizado como los de Shirley Temple. Nosotros, lo único que queremos saber es si el hijo de Feijóo va a ser niño o niña, si se va a afiliar a Podemos cuando sea mayor o no, o si se va a pasar la vida doblando camisas en Inditex.