Jesús Berrocal se queda en Pontevedra a la espera de un nuevo equipo
Por Manu Otero & Mónica Patxot
La vida de Jesús Berrocal ha dado un giro de 180 grados desde el estallido de la pandemia. Tras la prematura finalización de la liga, el andaluz recibió la notificación de que el Pontevedra no iba a renovar su contrato. Alejado desde entonces del césped, el día a día del reconvertido centrocampista cordobés se basa principalmente en atender a sus dos hijos y entrenar a diario en el gimnasio para mantenerse en forma porque la idea de colgar las botas no entra para nada en los planes del exgranate. "Retirarme no se me pasa por la cabeza, me encuentro bien y la edad es solo un número. Sigo con ilusión y ganas de trabajar", asegura el futbolista.
Su relación contractual con el equipo de Pasarón está rota, pero el vínculo del cordobés y su familia con la ciudad del Lérez es más fuerte que nunca. La prueba es que en lugar de regresar a su hogar en Córdoba, los Berrocal están completamente asentados y adaptados a la vida en la Boa Vila. "Estamos muy a gusto y muy felices en Pontevedra. Nos sentimos como en casa, para qué hacer cambios", confiesa Jesús, quien recibió numerosas llamadas este verano pero "no me convencieron, busco algo bueno para mí y mi familia", remarca.
La comodidad y tranquilidad de la vida en Pontevedra es motivo más que suficiente para convencer a cualquier persona para establecer su hogar a orillas del Lérez, pero en el caso de Berrocal hubo una circunstancia que marcó la diferencia. El cariño que le brindó la afición desde el primer día.
Es consciente Berrocal de que su primer año como granate no colmó las expectativas de la hinchada ni las suyas propias. "No tuve las oportunidades ni la confianza que necesitaba", sostiene el futbolista que desembarcó en Pasarón para ser el hombre gol del Pontevedra después de la marcha de Mario Barco. "La primera temporada no fue todo lo buena que esperábamos", recuerda.
Luisito se fue, Luismi tomó las riendas de la nave y la situación de Berrocal cambió por completo. Tanto en lo futbolístico, como en lo personal y lo anímico. "Tuve una charla con Luismi y me dijo que me veía más como mediocentro y me empieza a poner de titular, me dio una confianza tremenda", agradece.
Para Berrocal, el cambio no solo le sirvió para recuperar la confianza perdida, sino que lo vivió como una redención. Una forma de hacer ver a la afición que lo había acogido con los brazos abiertos que su fichaje no había sido un error. "En estas tres temporadas sentí un cariño tremendo. Pude darle la vuelta a la situación y quiero dar las gracias por todo ese afecto y poder haber borrado la imagen de esa primera temporada. Yo soy un currante y siempre estoy al 100 % con el equipo", declara agradecido el futbolista.
Pero su conversión de delantero goleador a mediocentro defensivo no fue por arte de magia. Requirió muchas horas de trabajo tanto en entrenamientos como fuera del terreno de juego. "Reaccioné bien al cambio de posición. Yo ya había jugado en la Ponferradina por detrás de Yuri y el entrenador le pedía al mediapunta mucho trabajo defensivo, que nos incrustásemos con los mediocentros sin balón", relata Berrocal su primera experiencia como centrocampista.
Luismi comenzó dándole minutos en esa nueva posición en los partidos de Copa Federación, en la pretemporada siguió perfeccionando su nueva demarcación e incluso en casa "me empapé de vídeos de mediocentros", detalla el jugador que, en su segunda temporada como granate, fue una pieza fundamental para un equipo que se quedó a las puertas de la fase de ascenso. "Y en esta última temporada el equipo estaba empezando a ir bien desde que nos cogió Jesús, si no se hubiese terminado íbamos a estar hasta el final al pie del cañón", afirma convencido Berrocal.
Hombre de fútbol y de dilatada trayectoria y palmarés, el cordobés asume con naturalidad su adiós al conjunto granate. Reconoce que "no recibió ninguna explicación", solo una llamada para comunicarle la decisión del club, pero entiende que "esto es fútbol y toca reponerse y levantarse".
Su etapa como granate ya es historia, pero como pontevedrés sigue pendiente de la actualidad del club. "Hablo con mis excompañeros y sigo un poco pendiente de la actualidad. Se ha hecho un equipazo, los fichajes tienen muy buena pinta, pero ahora hay que verlo cuando empiece a rodar el balón", señala con la prudencia de un granate más que celebrará, desde la distancia si aparece una oferta satisfactoria; o en la ciudad, como un vecino más; los éxitos de su Pontevedra.
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