¡No sin mi mascota!
Por Paula Virgós
Mientras en España aún resulta poco habitual encontrar hoteles en los que se permita la entrada a perros o gatos, en Alemania es normal llevarse al perro de viaje, al restaurante y hasta al centro comercial.
No se permite que entren perros en los supermercados ni en tiendas de alimentación, pero en una tienda de ropa en la que un cartel no lo prohíba expresamente, podrán acceder los perros. Muchas empresas pequeñas permiten a sus empleados llevar al perro a la oficina y algunos dueños de pequeños negocios llevan a su mascota a trabajar. Los perros pueden viajar en tren, metro o autobús. De hecho en Alemania resulta más normal y está más aceptado encontrar en una cafetería a un perro que a una mujer dando de mamar.
En muchos parques no se permite la entrada a perros o los perros deben llevar correa. Pero la mayoría de ciudades tienen parques o zonas acotadas para perros "Hundeauslaufflächen" donde los perros pueden ir sin correa: en Frankfurt, una ciudad con casi 700.000 habitantes hay 25.
Pero tener perro no es barato. De hecho las autoridades alemanas consideran un lujo tener un perro y, por tanto, el impuesto que los dueños pagan es independiente de sus rentas. La tasa depende de donde uno viva, ya que el importe lo fijan los municipios (Gemeinde) y sólo una ciudad en Alemania, Eschborn, no cobra este impuesto.
Así, tener un perro en Berlin se grava con 120.-€ anuales, mientras que en Hamburgo la cifra asciende a 90.-€. Hoy por hoy, la ciudad más cara es Colonia con 156.-€ por año (según www.hundesteuer-24.de). Si el propietario tiene más de un perro, el impuesto por el segundo y tercer animal se incrementa (en Frankfurt 90.-€ por el primero y 180.-€ por cada uno de los siguientes); y si se trata de un perro de raza peligrosa o que por algún altercado sea considerado peligroso, se pagarán 900.-€ por año.
Además se aconseja tener un seguro de responsabilidad civil. En total, la Federación Alemana de Protectoras de Animales (Tierschutzbund) calcula el coste medio de un perro, con una vida de 14 años, en al menos 11.000 €.
Las adopciones de mascotas se han convertido en actividades bastante habituales. Y aunque las protectoras alemanas no se encuentra precisamente vacías (por ejemplo, el "Tierschutverein Frankfurt/Main und Umgebung von 1841 e.V." contaba a día 21 de agosto de 2013 con 109 perros, 183 gatos, 63 animales pequeños (ratones, conejos) y 32 pájaros, según su página web algunas protectoras ofrecen contactos para adoptar perros y gatos de España.
El trámite de adopción comienza rellenando un formulario para la protectora de animales, en el que además de los datos personales del adoptante se pregunta sobre el tipo y tamaño de la vivienda, si el animal dormirá en la casa o fuera, cuántas horas pasará la mascota sola, dónde pasará el adoptado las vacaciones de sus dueños y si hay otros animales o niños en la casa. Una vez cumplido este trámite se producirá un primer acercamiento entre adoptante y animal. La protectora decidirá si se precisa más de una visita. Cuando el adoptante se lleva al perro (o gato) a casa, pagará una cuota fija y firmará un contrato de acogida por dos semanas al cabo de las cuales se formalizará la adopción. Las cuotas pueden llegar a los 200.-€ por un perro (si está castrado), y de 80.- a 100.-€ por un gato. Las cuotas por un conejo o una cobaya no llegan a los 30.-€.
Los propietarios que no tienen tiempo de sacar a pasear a su perro pueden contratar a alguien para hacerlo. Las tarifas de los dogsitters no profesionales van de los 5.-€ a los 20.-€ por hora.
Aunque muchos alemanes viajan con sus perros, cada vez son más habituales los "hoteles" para mascotas; algunos acogen únicamente perros o gatos o pájaros, otros ofrecen espacio a todo tipo de animales. La estancia en un centro para un perro cuesta unos 25.-€ por día y este precio incluye alojamiento, comida y actividades. Algunas protectoras tienen espacio para animales de acogida, sobre todo en casos de emergencia; por ejemplo si el dueño de un animal tiene que ser ingresado en un hospital. La acogida de un gato costaría unos 15.-€ por día. Otra opción es participar en las "bolsas de intercambio" organizadas por algunas protectoras a través de las que se puede encontrar a una familia que cuide de tu mascota mientras estás de vacaciones a cambio de que después tú cuides de la suya cuando se vayan ellos...