'El Peque' que revolucionó el Avelino Montero se enfrenta a 25 años más de cárcel
Por Oskar Viéitez
José Luis Martíns Mendoza, El Peque, de 43 años, está considerado uno de los delincuentes más violentos de la provincia. En la ciudad de Pontevedra también dejó su sello. Y no para bien, tanto en su faceta de delincuente adulto como de incorregible adolescente.
Nacido en el barrio vigués de Cabral, El Peque empezó en el mundo de la delincuencia siendo muy niño, de la mano de su hermano, Luis Ramiro, alias el Martíns, doce años mayor que él y con un amplio historial delictivo. El Peque era el "chico de los recados" de algunas bandas de atracadores.
Con 13 años ingresó en el Centro de Menores Avelino Montero de Pontevedra. Fue a raíz de su estancia que este reformatorio pasó a tener un régimen semi-cerrado. Los educadores le recuerdan como "un niño muy problemático que siempre estaba buscando pelea".
En su historial policial figuran numerosos robos de vehículos, casí siempre vinculados a un robo a una entidad bancaria, su auténtica especialidad. En sus antecedentes más destacados consta que a los 22 años participó en los atracos a una sucursal de Caixa Ourense, al Banco Borges & Irmao en Valença, y a la sucursal del Banco de Galicia de Pontevedra en febrero de 1998.
Ese mismo año fue detenido tras intentar matar a tres policías en Vigo y Redondela. El pequeño de los Martíns Mendoza no dudo en disparar con su ametralladora cuando la policía local intentó identificarle.
Durante el juicio celebrado en el año 2000, ambos hermanos se declararon culpables. El fiscal pidió para ellos 55 años de cárcel y la Audiencia de Pontevedra lo condenó a nueve años y seis meses.
Fue tras su salida de prisión en mayo de 2010 que el El Peque comenzó a planificar nuevos golpes. Antes del atraco mortal de A Cañiza que se está juzgando desde este lunes 17 de junio en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra, habrían intentado un butrón en otra sucursal bancaria y el asalto de un piso de la calle Arquitecto Pérez Bellas, ambos en Vigo.
Ahora se enfrenta a 25 años y ocho meses más de cárcel que se unirían a la estancia que ya pasó entre rejas.
Su peligrosidad ha quedado latente estos días con el fuerte dispositivo de seguridad desplegado por la Policía Nacional y la Guardia Civil dentro y fuera de la Audiencia Provicial. En el exterior, media docena de vehículos custodiaban el edificio (la imagen se repetirá este jueves, último día del juicio) y en el interior, los agentes limitaron el acceso libre a todo el inmueble.
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