Una mujer y sus dos hijos, acuciados por un desahucio en Marín que reclama la familia paterna de los menores
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Por Redacción
Ante la acuciante situación a la que hace frente y que considera es una "injusticia habitacional y violencia económica", una vecina de Marín ha decidido hacerla pública por si la presión social pudiera revertir la tesitura. Esto es, paralizar una orden de desahucio que la dejaría fuera del piso en el que vive con sus hijos de nueve y seis años.
Según relata la mujer, "hace un año y medio que tenía que haberme ido pero lo aplazaron hasta el 31 de diciembre. Tenía que dejarlo el 14 de mayo, pero la asistenta social hizo un informe y ahora estamos a la espera de la valoración del juez", lo cual puede resolverse con una orden de ejecución del desahucio o también con otra prórroga, explica.
El caso se tramita en los Juzgados de Marín, aunque paralelamente "tuvimos otro juicio para que se reconociera que la vivienda era del matrimonio y en Marín me lo archivaron y después en Pontevedra lo mismo, por falta de pruebas dijeron, pese a las transferencias y los préstamos personales en los que pone compra de piso y reforma".
Estos problemas surgieron en 2021, cuando "en la sentencia del divorcio sobre la custodia de los niños se dictaminó custodia compartida y se decía que la madre en la casa con los niños. A partir de ahí fue cuando empezaron a buscar formas de echarme".
Los antecedentes que relata esta mujer arrancan en 2012, cuando conoció al hombre con el que se casó en 2014. Durante seis años y medio, debido al trabajo de él, residieron en Canarias y allí nacieron los dos hijos que tienen en común.
Estando en las islas, su suegro compra una vivienda en Marín, que tenía en alquiler y era propiedad del Ministerio de Defensa. Según relata la afectada "transcurridos seis años la escriturarían a nuestro nombre y con esa promesa asumimos un préstamo personal y transferimos dinero a mis suegros para la compra de la vivienda".
Sin embargo, continúa, "la vivenda se escrituró a su nombre y se firmó un documento de reconocimiento de deuda sin mi conocimiento". La pareja inició una reforma costeada por ambos, al igual que comunidad y suministros.
Una vez completada, se trasladaron a vivir a Marín. Nueve meses después, cuando él inicia un proceso de divorcio, "mi ex marido y sus padres negaron que la vivienda fuera nuestra" e iniciaron el proceso de desahucio de esta mujer y sus dos hijos. Al mismo tiempo su ex pareja le reclama "la mitad de los préstamos utilizados para comprar la vivienda a pesar de que no yo no figuro como propietaria".
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