Bernardo Sartier
Hasta por teléfono
A los gudaris de ETA les pegó ahora la venada del altruismo, hacer calceta e irse de potes por los batzokis. A veces también escriben a Comisiones y una de ellas, que se intitula de "Verificación" se ha venido a España a tocarnos los cojones.
Esa Comisión, sin representación del Estado y de la que se ignora quiénes son sus integrantes o cuándo se constituyó se asemeja, más que a una entidad jurídica, a la Charanga del Tío Honorio. En la puesta en escena dejaron sobre la mesa dos o tres pistolas encasquilladas y herrumbrosas, unas bolsas de azúcar moreno del Mercadona en las que escribieron Pentrita (o algo así) y unos pepinos. Cuando digo pepinos me refiero a una suerte de proyectiles que se podrían comprar en el "Gran Garaje" O sea, una coña. Daba tanto miedo todo, ya digo, que por un momento pensé que uno de los mediadores se iba a arrancar con un "¿Cómo estaba la plaza?", contestado de inmediato por el "terroristo-chapelari" David Pla "la plaza estaba abarrotá". De Dúo Sacapuntas, oigan.
Pero si de sainete era lo de la mesa armamentística capítulo aparte merece la estética etarra, a la que no le vendría mal un asesor de imagen. Bolsas de supermercado en las que practicaron dos ojales y unas chapelas sin talla y con el chostena (pico) flácido que si yo fuese el presidente de la Peña de la Boina de aquí les metía una querella, por desastres y pelotudos, que se iban a cagar. La gestión chapucera del impuesto revolucionario semeja haber dejado de lado al maestro Elósegui (el mejor fabricante de boinas del mundo mundial) obligándoles a enfundarse unos cubrecabezas de bazar chino en liquidación.
En las imágenes los mediadores salían atentos a la jugada, como diciendo "de acuerdo, señor terrorista, doy fe de que me entregan el arsenal y levantó acta. Punto pelota. Conflicto zanjado. Ya hablamos nosotros con 'Covite' y con la AVT para que olviden y perdonen y pelillos a la mar". Es imposible alcanzar más altas cotas de ridículo.
Incluso Urkullu prepara ya su porvenir como presidente de la Asociación para la defensa de las Monas sin pelo en el culo de la sierra del Roncal porque su papelón, prestándose a participar en semejante charlotada, le garantiza un fracaso electoral irremisible.
Alguien dijo en una ocasión que a los etarras les huelen los pies hasta por teléfono. Discrepo, al menos parcialmente: También les huele el aliento y el sobaco. Y a los listillos estos que bajo precio, o sea por soldada, recompensa o promesa vinieron a meneársela a los de la ETA (por "solo" 750 euros diarios) también les huelen. Pero aun peor. Por lo menos los otros tienen cojones, mientras que estos vienen a llenar la faltriquera y a llevárselo crudo por una representación que no mejora la de unos escolares de primaria en un festival de fin de curso. Uno de ellos se llama Chris Maccabe, y a mi "ma" cabe la duda de si los parados españoles aún no los han inflado a hostias antes de irse por ganar en un día lo que ellos no perciben de subsidio en un mes. ¡Ah! Y por venir a faltarle al respeto a las familias de las víctimas. Darían pena y risa si no fuera porque, fundamentalmente, dan asco.