Pepy G. Clavijo
Santiago en Clavijo, Coimbra y Tui
Hay otras batallas que también tuvieron lugar el mismo día 25 de Julio, así
Uno de los milagros del Zebedeo es la toma de Coimbra por Fernando Magno (25 Julio 1064), la "Crónica Silense" cuenta que un obispo griego que peregrinó de Jerusalén a Compostela rezaba día y noche en el Pórtico de la Catedral. Una noche se le apareció el apóstol con unas llaves en la mano, al momento viene un caballo blanco, muy grande, con una fuerte luz que iluminó la iglesia y Santiago montado en un caballo dijo: "Tengo que llevar estas llaves al rey Fernando para entregarle la ciudad de Coimbra".
El obispo convocó a los altos dignatarios; les informó de lo sucedido y les anunció que Fernando entraría en Coimbra, ellos mandaron un correo al rey para que se asegurara que el aviso venía del Cielo.
Hay otro relato en el "Livro dos Copos" de Torre do Tombo, publicado por Pedro d'azevedo en la Revista Lusitana (1897) en el que se cuenta que la víspera de la toma de Coimbra, el apóstol se aparece con armadura y a caballo, le
La crisis del siglo XIV, las guerras con Castilla y la alianza con el Duque de Lancaster va a marcar la invocación guerrera de Santiago en Portugal.
Hay también la leyenda de "O santísimo milagre de Santarém", ocurren en Portugal.
Pasó en la parroquia de San Esteban en Santarém, en la calle que se llama das Esteiras.
Estaba una mujer casada que odiaba a su marido, y así llevaba mucho tiempo, hasta que un día se dejó aconsejar por una judía y por su arte. Le pidió un remedio para que fuese capaz de no odiar a su marido, la mujer le aconsejó que se fingiera enferma y pudiera comulgar.
Así lo hizo, le administraron el Sacramento pero en vez de tragar la santa hostia la mantuvo en la boca como le dijera la mujer, cuando marcharon las gentes la pasó a un pañuelo para llevárselo a la judía.
Cuando iba por la calla, con su pañuelo en la mano, de éste empezaron a caer gotas de sangre, la gente, asustada, le preguntó qué llevaba, ella más asustada se volvió a casa y lo guardó en un arca.
Llegó la noche y al acostarse en la cama ella y su marido, vieron salir del arca rayos de sol, claros como de medio día.
El marido le pregunto qué era aquello, ella le contó lo que había hecho, después de hablar con la judía. Tan pronto amaneció el marido se dirigió a la iglesia y le contó al cura lo que había pasado, éstos junto con el pueblo en masa se dirigieron a casa de la mujer a ver el milagro, sacaron del arca el Cuerpo del Señor y lo llevaron a la iglesia con gran solemnidad.
Pero como las leyendas cambian de lugar y de nombre, hay una similar en una de las Cantigas de Alfonso X el Sabio. Esto no quita importancia a la leyenda portuguesa de milagro de Santarém, en ambos casos se desarrolla el mismo drama, el mismo amor frustrado, la misma profanación de la hostia y el milagro de la sangre que se derrama.