Fernando Lugaresi
Los privilegiados
Este artículo es para los hombres blancos, heterosexuales, de raza blanca y mediana edad, somos los grandes privilegiados de esta época, es muy facil vivir con estos condicionantes, al margen de los contextos individuales y sus dificultades (algunos extremadamente difíciles), somos los grandes beneficiarios de este sistema social establecido en la España de 2023.
Vivir en este mundo no es un juego de azar en el que todos partimos en igualdad de condiciones. Al contrario, cada uno de nosotros nace con un conjunto único de cartas en la mano, y estas cartas a menudo están influenciadas por factores como nuestra raza, sexo, identidad sexual y edad. Reconocer la influencia del privilegio en nuestras vidas es un paso crucial hacia la construcción de una sociedad más justa y empática.
El privilegio es un término que a menudo se encuentra en medio de un debate cargado de emociones, pero su reconocimiento es esencial y en determinadas ocasiones fundamental. La empatía nos llama a mirar más allá de nuestras propias experiencias y a comprender que, para muchos de nosotros, la vida es un camino más despejado debido a factores que no elegimos. Esto no significa que no tengamos nuestros propios desafíos, sino que debemos reconocer que algunas personas enfrentan adicionales.
La raza es uno de los factores de privilegio más visibles en nuestra sociedad. Las personas blancas a menudo tienen un acceso más fácil a oportunidades educativas, empleos de calidad y una atención más justa. La empatía nos llama a reconocer esta disparidad y trabajar para crear una sociedad en la que la raza no determine el destino de una persona, ni sea un factor condicionante en el desarrollo personal.
El sexo también juega un papel crucial en el privilegio. Las mujeres a menudo enfrentan obstáculos que los hombres no experimentamos de la misma manera. Desde la brecha salarial de género hasta la discriminación en el lugar de trabajo, es importante que quienes gozan del privilegio masculino reconozcan estas desigualdades y trabajen en pro de la igualdad y del feminismo.
La identidad sexual es otro ámbito en el que el privilegio puede influir en las vidas de las personas. Aquellas personas cuya identidad sexual se ajusta a las normas tradicionales y establecidas a menudo enfrentan menos discriminación y prejuicio que quienes se identifican como LGBTQ+. La empatía nos llama a escuchar y apoyar a nuestras comunidades LGBTQ+ y a luchar por la igualdad de derechos y oportunidades, posicionándonos de forma clara y sin ambigüedad.
La edad, finalmente, es un factor de privilegio que a menudo se pasa por alto, la discriminación basada en la edad persiste, alimentada por estereotipos negativos, barreras tecnológicas y exclusión en el ámbito laboral. Luchar por igualdad y equidad en todas las etapas de la vida es esencial en un mundo en constante cambio.
Reconocer el privilegio no significa sentirse culpable por quiénes somos, sino aprovechar la empatía para comprender la experiencia de quienes enfrentan obstáculos adicionales. Debemos utilizar nuestro privilegio para abogar por un mundo más justo, donde la raza, el sexo, la identidad sexual, la edad u otros condicionantes no determinen el destino de una persona.