Jacobo Mesías
Will Smith y el tortazo del año: ¿y si sucediese en España?
Este mes tenía previsto escribir sobre una temática totalmente diferente, pero lo sucedido hace unos días en la gala de los Oscar me ha hecho cambiar de idea. En concreto, leer en múltiples medios que Will Smith probablemente se vaya de rositas después de tan bochornoso espectáculo me pareció un tanto surrealista, de modo que me dispuse a profundizar en la materia.
El código penal Californiano es sumamente duro con los actos violentos. De hecho, no solo contempla penas de prisión para las diferentes versiones del delito de agresión (battery), sino que va más allá, castigando con esta misma pena a los que cometan el delito de asalto (assault), que viene a ser algo así como un amedrentamiento sin golpes ni contacto físico. De este modo, uno podría llegar a acabar encarcelado tras una simple discusión acalorada. Suena fuerte, ¿verdad?
En el suceso analizado, se puede concluir que sí hubo contacto físico (y vaya si lo hubo, el tortazo se escuchó en la luna), por lo que la conducta sería constitutiva de un delito menor de agresión.
En esta tesitura, ¿cómo es posible que quede impune? ¿Por qué el Departamento de Policía de Los Ángeles no ha hecho nada? Pues la respuesta es sencilla: porque Chris Rock ha declinado denunciar.
En este tipo de delitos menores, si el afectado no presenta cargos, lo habitual es que el agresor termine evitando el banquillo, ya que la fiscalía no tiene por costumbre promover la acusación sin denuncia previa, a pesar de que podría hacerlo.
Se trata de una cuestión de optimización de recursos, cuando hay serias dudas sobre el resultado que podría tener el proceso. De forma gráfica lo ilustró el fiscal de distrito Stephen Wagstaffe, reconociendo que un jurado nunca condenaría a Will Smith por esto, a pesar de que, en un examen de derecho, "más vale que el alumno concluya que esto es un delito menor". Contradictorio, pero eficiente (supongo).
¿Y qué pasaría si hubiese sucedido en la gala de los Goya? Pues mucho me temo que tendría exactamente la misma consecuencia (ninguna), y es que, en España, este tipo de delitos solo se persiguen previa denuncia del agraviado.
Dicho esto, muchos rememorarán lo sucedido hace algunos años en Pontevedra, cuando Mariano Rajoy recibió un importante mamporro en plena plaza de la Peregrina, mientras todas las cámaras le enfocaban. En ese caso, el agresor (menor de edad, por cierto) sí acabó internado durante un tiempo.
¿La diferencia? Es obvia, y es que agredir al presidente del Gobierno es "un poco" más grave que hacer lo propio con Chris Rock.
En definitiva, de todo esto, saco dos conclusiones: por un lado, que vago ejemplo se transmite al mundo permitiendo una agresión de este tipo; y por otro, que Will Smith conserva las maneras de su papel como Muhammad Ali.