José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: El olivo
Regresamos de nuestra ruta diaria, confinados plácidamente en un cortijo de la Sierra de la Axarquía, lejos del mundanal ruido. Comemos y hacemos el descanso recomendado por la OMS. Después nos dejamos llevar por los juegos de éste verano: Catán y Continental. Nos gusta competir, vacilar al contrario, reírnos y sobre todo ganar. Mary pasa noches sin dormir sino consigue sumar una partida a su casillero. Alfonso se recluye en la habitación y es capaz de llegar a un pacto con el diablo para que le de las pautas adecuadas para la siguiente partida. Uxía, aparenta tranquilidad al perder, es más terrenal y tiende a relativizar, pero la procesión va por dentro. Y, qué decir del que suscribe, disfruto ganando y cuando pierdo me abandono, y me retiro a la habitación a llorar desconsoladamente.
Después del toma y daca de la última partida, nos preguntamos ¿Qué hacemos ahora?. "Efecto Koala" gritamos al unísono. Nos vino a la mente la historia que nos contó el cabrero por la mañana, cuando tres cabras se dispersaron, y no respondían a los perros pastores que intentaban reconducirlas. El cabrero, en un último intento emitió un sonido que no era un silbido sino una especie de gruñido, pero ellas parecía que deseaban independizarse y tuvo que saltar varios muros para que volvieran al seno de la manada.
Le preguntamos, si era normal que se "descarriaran" las cabras, y nos dijo que hacía falta mucha paciencia, trabajo, perseverancia y no desanimarse porque algunas son "muy suyas".
.- Para sentirme bien y superar los malos momentos de este trabajo tan duro, lo que suelo hacer es abrazar un olivo de 300 años una vez a la semana.
¿Lo veis?, está ahí en la esquina y os aseguro que para mí tiene efectos muy curativos y relajantes.
Ahí nos tenéis a los cuatro abrazados al olivo. A los 5 minutos notamos que nuestro cuerpo y alma vibraban. Todo era energía positiva. Desaparecieron todos nuestros dolores y síntomas propios de la edad. Nos despertamos horas después con el ruido del rebaño, que regresaba a su establo. @novoa48