Milagros Domínguez García
Toda una vida recaudando vidas
Leo en redes sociales una publicación donde se rinde un más que merecido homenaje a un caballero que ha dedicado cuarenta y tres años de su vida a ejercer la labor que se le encomienda a un Guardia Civil, porque yo creo que lo fue antes de vestir el uniforme, cuando solo era un deseo y lo seguirá siendo siempre, a pesar de que su cuerpo no vaya cubierto de tal vestimenta.
Cuarenta y tres años de dedicación de los cuales treinta y nueve como Guardia de Tráfico son toda una vida, seguramente no siempre fácil, porque la vida, lamentablemente, no siempre sonríe.
Estoy convencida de que tendrá mil anécdotas que contar ya que 15.695 días dan para mucho, y yo, que tengo una naturaleza curiosa, le preguntaría sin duda por todas ellas. Pero no le pediría que me dijese el número de denuncias a infractores, ni cuantas vidas salvó, ni tampoco cuando lloró al ver las que se perdían en el asfalto, ni siquiera las ocasiones en las que se pudo haber equivocado, en realidad solo le haría una pregunta. Una sencilla y corta cuya respuesta sin duda contestaría a cualquier y todas las anteriores cuestiones.
Sargento Varela, Sr. Si usted hoy pudiese retornar a su infancia, a su juventud, sabiendo lo que sabe y alguien le preguntase que qué quieres ser de mayor, ¿qué le respondería usted?
Me imagino su respuesta y podría incluso suponerle una sonrisa de satisfacción en el rostro, porque sin duda tiene motivos de sobra para estarlo dada su trayectoria y el afecto que se reflejan en los comentarios de sus compañeros que atienden a dicha publicación. Estoy convencida de que me contestaría Guardia Civil, porque alguien que dedica una vida a esa encomiable labor es alguien convencido y seguro de lo que es y será siempre.
Gracias a este caballero y a todos aquellos que dedican su vida a este trabajo a veces ingrato y poco reconocido, pero tan necesario para la sociedad.
Gracias por tratar con su dedicación de dar seguridad a nuestras vidas y mostrarnos en múltiples situaciones que lo suyo es más que un trabajo remunerado. Es la vocación, la entrega y la pasión que ponen en su desempeño y que gracias a ello y a pesar de las dificultades y los riesgos hacen que resulten más tranquilas nuestras vidas.
Muchas gracias por su vocación de servicio y entrega al ciudadano Sargento Varela y aunque ahora no se le reconocerá a usted por su indumentaria y por su vehículo, estoy segura de que su verde corazón "delatará" su posición.