José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: Quinto Levanta
El flamante fichaje de Ciudadanos, exvicepresidente de Coca Cola, y encumbrado hace poco tiempo a su ejecutiva permanente como responsable de talento y capital humano, a raíz del absurdo e intolerable homenaje realizado al salir de prisión después de 22 años a uno de los secuestradores de Ortega Lara, ha decidido sentar cátedra.
Éste diputado creo que nos dará grandes días y noches en la política y sobre todo en el ámbito de la "cultura y justicia tuitera". En esa polémica otro tuitero le pregunta: ¿Qué propones entonces?, 30, 40, 50 años, ¿Cadena perpetua?, ¿Pena de muerte?. Él responde: ¿Qué tal 532 días en un zulo sin garantías de que pueda sucederte?.
Marcos de Quinto propone aplicar el ojo por ojo, es decir, si alguien te rompe una pierna, tú tendrás literalmente derecho a romperle otra al que te ha agredido. Desconozco el talento del personaje, y es evidente que posee capital, pero ideas...
Ni más ni menos que nos quiere retrotraer al Siglo V, a.c. cuando funcionaba la ley del talión. Pero fíjense, incluso en aquella época, las autoridades y legisladores, se dieron cuenta de que el perjudicado aplicando el ojo por ojo no obtenía ninguna utilidad ni beneficio. En la ley de las XII tablas (432-450 a.c.), en la tabla VIII, así se explicitó: "Si membrun rupsit, ni cum eo pacit, talio esto", o traducido: "Si le arrancó un miembro y no se avino con él, aplíquese talión".
No voy a entrar a valorar si la pena al secuestrador, es justa o injusta. Eso depende del poder ejecutivo y legislativo. Ahí es donde el Sr. De Quintos como diputado, debe proponer cambios si lo cree oportuno. Habla usted de 22 años en una "cómoda" prisión española. Sí, nuestras cárceles son un ejemplo en general de humanización y buen hacer de sus trabajadores como no puede ser de otra manera, pero permanecer en una celda durante ese tiempo, cada día encerrado un mínimo de 13 horas, estando o no acompañado, imagínense lo que significa.
Sr. Quintos, olvidémonos de la venganza y del populismo punitivo. Es normal que en las víctimas o sus allegados salgan a relucir la ira, el dolor, la rabia, y comprendo que no puedan entender determinadas cosas. Pero los que nos representan, deben conocer la constitución y las leyes. Está usted en el congreso, no en una taberna. Le recomiendo que controle lo que le añade a la coca cola. Le aconsejo menos visceralidad. Sea prudente. Siéntese, recapacite, piense, razone y haga propuestas de mejora.