Milagros Domínguez García
A mi hija, la pequeña unicornio!
Me gustaría hija, transmitirte la sabiduría que llegó a mi a través de mi abuela, de mi madre y también de mi padre.
Porque esto no va solo de mujeres y si bien es cierto que me sostienen unas raíces matriarcales donde las mujeres demostraban siempre energía y fortaleza, donde luchaban ante las adversidades como jabatas y sin dar muestras de quiebra, mi padre fue también un pilar importante en mi educación.
Ese hombre al que no llegaste a conocer, que solo pudo disfrutar de ti 3 meses, me enseñó lo que es el respeto, lo que es la honestidad y lo que es la hombría.
Jamás vi en él una actitud arrogante ni de superioridad hacia las mujeres, ni hacia ningún ser humano.
Hoy a mi padre lo hubieran tildado de machista, obviamente nacer en 1926 te condiciona... Pero nunca de su boca ni de su mano salía violencia, dentro de sus limitaciones, que no eran pocas, tenía capacidad de aprendizaje y su evolución no se detenía.
Nunca negó la fortaleza de aquellas mujeres que le rodeábamos ni nunca dudó de nuestras capacidades.
Por ello querida hija, que nadie te diga que todos los hombres son iguales, porque no es cierto. Mi padre, desde de su condición masculina y de sus propias circunstancias me mostró lo que es ser un buen hombre, él dejó en nosotros una huella que ahora quiero hacer llegar a ti..
Apártate de aquellos varones que quieran poseerte como un objeto, que no te valoren, y que te traten como algo absurdo y carente de alma. De quienes quieran dominarte y no dejarte expresar. Aquellos que necesiten anularte para sentirse bien, porque son seres mustios que necesitan robar tu luz y no soportarán que les hagas sombra.
De la misma forma, apártate también de aquellas mujeres que quieran adoctrinarte y decirte que has de pensar. Observa hija, observa y piensa. Mira a tu alrededor y tú misma confecciona tus propias reflexiones.
Habla con tú voz, piensa con tu cerebro, y siente con tu corazón.
Vístete de rosa o del color que te apetezca, y si quieres llevar un vestido de princesa, hazlo, pero recuerda que si hay que remangarse, has de ser la primera, porque sólo tú sabes cuales son tus necesidades, y el trabajo a veces requiere ponerse un cómodo chándal.
No dejes que te encasillen, se tú misma, y defiende tus ideas con argumentos, sin gritos y sin violencia. No sigas la corriente a nadie, no dejes que decidan por ti y que nadie tenga sobre ti el poder de decisión o de pensamiento.
No te avergüences de lo que eres, porque eres única y especial. Eres tierna y dulce y eso hija mía no te degrada, te engrandece. Esa bondad que desprendes es un baluarte que no puede ser usado como algo dañino, porque la bondad es un bien necesario en la sociedad.
Trabaja en lo que quieras, pero trabaja. Dedícate a hacer pasteles o a diseñar aviones. Lo que sea que hagas, que te haga feliz a ti. Cualquiera que sea tu trabajo, que te motive para cada dia ser mejor.
Tienes una vida por delante para vivirla. Yo vivo la mía y, créeme hija, cuando te digo que no he dejado de aprender ni un solo día y que tú eres de quien más aprendo. No la desperdicies en cuestiones vacías que no te aportan nada. Que no te condicionen, nunca harás las cosas a gusto de todos y no vas a gustarles a todos pero eso da igual porque te gustas a ti misma y estas orgullosa de quien eres..
No hagas daño a nadie, respeta, y da lo mejor de ti. No dejes que te hagan daño, no aceptes nada irrespetuoso y exige que te den lo mejor.
Se comprensiva y escucha siempre a todos. La verdad la encontrarás en ti, de los demás percibirás sus circunstancias, su personalidad y también su condición.
Mi pequeña unicornio...
No olvides que tienes alas para volar de donde no te traten bien. Tienes una poderosa voz para decir NO, para decir BASTA y para con ella transmitir todo lo que llevas dentro. Tienes un cerebro privilegiado para pensar y crear, para cambiar todo aquello que no te guste. Estoy segura de con trabajo y esfuerzo conseguirás lo que te propongas.
Sé feliz siempre, no esperes a la felicidad, sé honesta y pide honestidad, sé sincera pero no seas dañina, cuando ames hazlo como si no hubiera un mañana y todo lo que emprendas hazlo siempre con convicción y amor.
Eres una niña que se convertirá en la mujer que quiera, sin condiciones ni condicionantes, en una mujer que con sus virtudes y sus defectos ha de vivir su vida. La que ella quiera para si...