José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: La cesta
Permítanme que les cuente mi aventura con mi primera compra online. Un día de agosto decidí hacer un pedido de batata. Me habían obnubilado las propiedades alimenticias que detallaba una revista relacionada con la salud; mejora en el rendimiento intelectual, menor riesgo de cáncer y problemas de corazón.
Me apunté a la promoción en la que no te cobraban los gastos de envío, y regalaban 1kg., del producto siempre que la compra fuera superior a 50 euros. Pulso en añadir a la cesta, tramito el pedido, lo abono y espero la llegada de tan preciado manjar.
Cuál fue mi sorpresa que a los 3 días, llegó a mi domicilio una caja enorme. No era el peso, sino el tamaño el que ocultaba a aquel hombre delgado, rubio, con grandes ojos, que había tenido que subir las escaleras marcha atrás evitando todos los obstáculos que le iban saliendo al paso.
Detrás de ella, el repartidor echaba humo, maldecía a todos mis ascendientes/descendientes, deseando que todas las fuerzas oscuras y perniciosas del cosmos me convirtieran en polvo del desierto.
La única solución que existía para que la entrega se llevara a cabo fue, después de la firma del recibí, quedarme yo sólo con el pedido, y proceder a la apertura en el pasillo de acceso sin poder evitar la sonrisa cómplice de mi vecina.
Retiré el envoltorio, y allí dentro me encontré con que la presumible batata se había convertido en una especie de plantas verdes. Ante la sospecha de que fuera un espécimen carnívoro, cogí el sobre, precinté la caja y la alejé hacia el descanso de la escalera.
Me senté, en el sofá del salón, un poco aturdido y sorprendido por los acontecimientos. Abro el sobre y leo: <<Hoja de batata 2M. Pies artificial de jardín, ideal para la decoración de la casa >>. @novoa48