Ramiro Espiño
"La casa de Tócame Roque" o cómo ir haciendo amigos
Tócame Roque no fue el nombre de ningún personaje castizo sino que así se llamaba una casa de vecindad, ubicada en la esquina de las madrileñas calles del Barquillo y Belén, en los siglos XVIII y XIX. La vivienda, dicen que fea e insalubre, fue demolida en el año 1850. Este inmueble castizo estaba en boca de todo el mundo por los mil zipizapes que en él se armaron.
Y es que allí se vivió de todo, desde riñas a alborotos, pasando por pendencias, confusiones y oposición a la autoridad, por lo que no es de extrañar que hasta zarzuelas y seguidillas recordaran los sucesos, pero pasó a la literatura tras ser inmortalizado por don Ramón de la Cruz (1731-1794) en su sainete "La Petra y la Juana o el buen casero".
Desde entonces y hasta hoy se utiliza la expresión de "casa de tócame roque" para designar aquella casa "en la que vive mucha gente y hay mala dirección y el consiguiente desorden", según define la mismísima Real Academia Española. Vamos, más o menos lo que actualmente pasa en el Pontevedra C.F.
Y es que de "casas y sainetes" va la historia, especialmente tras lo sucedido con la suspensión/aplazamiento del Pontevedra-Villalonga. Una casa, la granate, cuyo consejo de administración, o responsables, salen a sainete casi diario.
La idea de proponer el aplazamiento parte del entrenador. Habla con un representante del Villalonga, pero en lugar de esperar su conformidad o desacuerdo, traslada al presidente la conveniencia de solicitar la suspensión, haciendo la múltiple función de entrenador, gerente, gestor y hasta jardinero (velando por el buen estado del cesped). El presidente hace seguir la petición a la federación, pero salvo ellos dos, nadie del resto del consejo se entera de qué va la cosa.
Sigue la historia. La federación no se encomienda ni a Dios ni al diablo y una señora que se reúne "consigo misma" por algo es "jueza única" decide que el domingo lloverá, que para meteoróloga ella...y claro, el Villalonga se cabrea porque se entera de la suspensión sin que nadie de la federación le consulte...cierto es que no están obligados, eso dicen desde A Coruña, pero poco costaba ¿verdad?, aunque sólo fuese por cortesía.
Y cuando las cosas se hacen mal, es inevitable que del enfado surjan las dudas. En el Villalonga sospechan que la verdadera razón del interés granate en la suspensión está en las bajas del equipo, además del "canguelo" por las consecuencias que podría acarrear una nueva derrota después del 5-0 de Ferrol (esto último lo digo yo y puede que lo piense más de uno). Pero por encima de todo les molesta la descortesía de no haberles consultado o esperado su respuesta.
A todo ésto, el sábado dejó de caer agua, y alguno debió dedicar la tarde a plegarias, o a bailar la danza de la lluvia, para evitar un ridículo mayor. Y el cielo debió escucharle, porque el domingo de nuevo llovió a cántaros por la mañana, volviendo a inundar Pasarón, aunque ni eso pudo evitar la segunda parte del sainete, cuando el vicepresidente granate se dirige al Villalonga intentando limar asperezas y pidiendo disculpas si algo les ha ofendido.
Y esta parte es la que de nuevo nos sitúa en el portal de la "casa de tócame roque". Primero, porque si piensas que nada has hecho mal, de nada tienes que disculparte, ya se sabe "excusatio non petita, accusatio manifiesta", y segundo y más importante, que de ese contacto del vicepresidente granate con el Villalonga nada sabía el presidente, del mismo modo que tampoco el vicepresidente había sido informado de la solicitud de aplazamiento hasta que ésta estuvo cursada. Dicho de otro modo, la mano derecha no sabe lo que hace la izquierda y viceversa.
Entre todo ello la imagen del Pontevedra una vez más perjudicada por actuaciones perfectamente evitables y cuya responsabillidad convendría depurar.
Hablaba antes de sainete, pues corrijo, creo que la definición que mejor le va a todo lo ocurrido, quizás por cercanía con el inventor del género, es la de "Esperpento", ya saben, ese magnífico género literario creado por Ramón María del Valle-Inclán y que por extensión define a todo hecho grotesco o desatinado.
Resumiendo, que es gerundio: "casa de tócame roque", sainete, esperpento o lo que ustedes quieran llamarle...lo único claro es que día a día, semana a semana, seguimos "haciendo amigos" entre nuestros rivales y vecinos, y eso no es cuestión de dinero, si no de saber hacer, ser y estar. ¿Hasta cuando?.
17.12.2012