El Pontevedra reduce la carga de sus entrenamientos para que el equipo vuelva a volar
Por Manu Otero
Cambio de mes y cambio de ciclo de trabajo en el Pontevedra. El cuerpo técnico que encabeza Ángel Rodríguez diseñó para el mes de enero un intenso calendario de trabajo pensado para afrontar el último tercio de competición con la mejor condición física posible. Sin embargo, el subidón competitivo que se espera ahora provocó en febrero un bajón en el que la falta de precisión individual afectó tanto como la elevada carga de trabajo.
"Para mí el mes de enero es un mes muy importante de carga de trabajo y al final lo acusas en el mes de febrero. Ahora esperemos que vaya todo como en otros equipos en los que estuve, que el final de temporada suele ser bueno", confía el preparador leonés.
En las próximas semanas la exigencia física en los entrenamientos del primer equipo granate se reducirá. "En cuanto a cargas vamos a bajar, en cuanto a intensidad, no. Los minutos de entrenamiento también vamos a bajarlos y esperemos que el jugador se vaya reciclando y las piernas estén más frescas. Cuando aparece la velocidad y la precisión, aparece todo. Esperemos que a partir de ahora saquemos lo mejor de nosotros", augura el técnico, consciente de que en los últimos partidos su equipo estuvo muy lejos de su mejor versión.
Esa falta de ritmo que evidenció el equipo en las últimas jornadas como consecuencia del cansancio acumulado por el trabajo entre semana es una de las causas de la pequeña crisis de juego y resultados que atraviesa el cuadro de Pasarón, pero no es la única.
"No podemos hablar solo de espesura porque también hemos estado con opciones de hacer gol y no hemos estado acertados. Es también una cuestión de rachas. Hay jugadores como Charles que marcaba jornada tras jornada y ahora le está costando un poco más. En una temporada hay altibajos en lo físico, en lo colectivo, en la precisión. Ahora empezamos el último tramo de temporada y debemos estar bien para poder afianzarnos arriba cuanto antes", justifica Rodríguez.
Otro factor fundamental en este último tramo de liga será la gestión de las sanciones, las rotaciones y el reparto de minutos. Jugadores imprescindibles en el once granate como Churre, Seoane o Brais Abelenda están a una amarilla de ser sancionados. Una situación que se torna más preocupante al ver que en el horizonte aguardan rivales directos como el Unión Adarve o el Navalcarnero.
Sin embargo, esta situación no preocuopa en el banquillo de Pasarón. "Es para todos los equipos igual. Aquellas plantillas que mejor estén atrás y puedan dar una suplencia buena al jugador sancionado lo notará menos. Nosotros en ese sentido, estamos contentos con todos los que están esperando la oportunidad de jugar", sostiene el leonés, quien asume con naturalidad que a estas alturas de competición es normal que haya jugadores al borde de la suspensión. "Cuatro amarillas no son tantas", asegura.
No sería de extrañar que, con el objetivo de contar con sus mejores jugadores para los partidos más complicados, Rodríguez tirase de rotaciones en encuentros en los que el Pontevedra es favorito a hacerse con la victoria. Pero Rodríguez no está de acuerdo con esta teoría. "Tiene el mismo valor de puntos perder en Llanera como perder en casa. Todos los puntos son importantes y para mí si llega el día de jugarnos algo contra algún equipo y no tenemos a este jugador, no pasa nada. Confío plenamente en el el que esté en el banquillo o en el que no haya ido citado como ha ocurrido con Santi cuando faltó Seoane", sentencia.
Tampoco descarta el entrenador introducir cambios en el esquema de juego. "Yo he pensado en todo, jugar con tres atrás, con dos carrileros, con un cuatro tres tres, con cuatro atrás más dos pivotes, con cuatro uno tres dos... He pensado cuarenta mil cosas. No soy un terco en estas cosas y creo que los planteamientos deben irse modificando durante la temporada, pero también es cierto que he salido alguna vez con una disposición y el propio jugador te la cambia dentro del campo. Por ejemplo, Yelko tiene mucha tendencia a bajar a recibir y puede parecer un 4-2, aunque tu hagas un 4-1. Son decisiones que toman los jugadores en el terreno de juego que modifican tu planteamiento", explica el técnico, que, sin embargo, rara vez ha modificado su estilo de juego desde el inicio de su racha triunfal en Luanco en la primera vuelta.
Sobre la situación clasificatoria y lo apretada que está la parte alta de la tabla, reconoce Rodríguez que "en este grupo es complicado que los equipos se despeguen mucho de los demás". La variedad de escenarios, con campos pequeños, de hierba sintética, de hierba natural, estadios de grandes dimensiones, equipos que juegan al ataque y otros que prefieren encerrarse en su propio campo son condicionantes que impiden que haya algún equipo que pueda adaptarse a escenarios tan diversos.
"Lo hizo el Adarve, pero está cerca de todos ya. Parecía que nos íbamos a despegar nosotros, estamos cerca de todos también. Parecía que algún equipo se iba a descolgar y están cerca", ilustra Rodríguez, quien piensa que, a partir de ahora, "los equipos que están marcados para estar arriba van a dar todo de sí y seguramente se van a despegar".
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