Empate que sabe a gloria a un Teucro lastrado por su mal inicio ante BM Sinfín (23-23)
Por Ramiro Espiño & Mónica Patxot
Empate para comenzar y gracias. El Teucro debutó en liga recibiendo a un rival directo como BM Sinfín y salvó los muebles en la segunda parte para rescatar al menos un valioso punto, después de unos primeros 30 minutos que hicieron temer lo peor. Cierto es que al final los azules incluso tuvieron la victoria al alcance de su mano, pero no supieron aprovechar casi un minuto de acción atacante para completar una remontada meritoria y agónica.
Pudo ser peor. La imagen del Teucro no fue buena, pero al menos dejó claro que en su ADN está impreso el no darse nunca por vencido, ni siquiera cuando todo sale al revés como sucedía en este ocasión. Hay mucho que corregir, cierto, pero al menos la afición salió convencida de que con tiempo este equipo puede y debe ir a más en una temporada que se presume más igualada que nunca para escapar del descenso.
El Teucro cometió en la primera parte, especialmente en los 20 minutos iniciales, mayor número de errores de los permisibles en un partido completo, y desde luego de los que suelen pagarse muy caro. Ello hizo que el Sinfín pareciese un equipo muy superior, con las ideas claras, frente a un rival que naufragaba especialmente en ataque, sin ideas que oponer a una defensa intensa, dura, rozando la legalidad en muchas ocasiones, de los cántabros, que por el contrario encontraban demasiadas facilidades en sus ataques posicionales para fusilar a un Lloria que bastante hizo con aguantar como pudo el chaparrón.
Errores en ayudas defensivas, pero especialmente en lanzamientos con una posición muy ventajosa, convirtiendo a Villamarín en un muro, más por falta de ajuste de los locales que por inspiración del portero visitante (aunque tampoco le faltó esa faceta).
Basta decir que el conjunto azul tardó nada menos que 9 minutos y medio en anotar su primer gol. Lo hizo Cangiani, de los pocos que dieron un nivel acorde con la categoría. Para entonces Sinfín ya había puesto tierra de por medio, con un parcial inicial de 0-5. Con Cutura y Dani Hernández anulados por la defensa visitante, sólo Natan Suárez parecía tener las ideas claras y saber como superar en velocidad a la defensa cántabra.
La diferencia subiría hasta una máxima renta de seis goles (5-11), rebasado el minuto 20. Fue cuando por fin el Teucro pareció comenzar a encontrar su sitio en la pista. Le dio para detener la sangría y reducir distancia hasta un 9-13 al descanso, inquietante pero que abría puertas a la esperanza a poco que no se repitiesen tantos y tan groseros errores en la segunda parte.
Tras el paso por vestuarios el Teucro se puso pronto a tres, llevando a la grada el convencimiento de que la remontada era posible, pero sobre todo metiendo el partido en una espiral de locura. Apoyado en el buen hacer de Santana bajo palos, los de Luis Montes apostaron por una defensa más agresiva, aumentando la velocidad en sus acciones ofensivas.
Pese a ello la diferencia no bajaba de los tres goles, hasta que llegado al ecuador de este período Cutura soltó el brazo, tras una excelente acción defensiva de todo el equipo, para subir los grados y decibelios, poniendo el 16-18 en el marcador y obligando al técnico cántabro a pedir tiempo muerto. El Teucro estaba en el partido.
Los visitantes mantuvieron el tipo hasta que Natan Suárez y Moyano empataban (20-20). Quedaban nueve minutos cuando Samu Gómez daba la primera ventaja a los locales (22-21). Lo más complicado estaba hecho, pero Sinfín tampoco se rindió. Iglesias, un exteucrista hacía el 22-23 y Cutura respondía (23-23). Villamarín y Santana rivalizaban en ver quién paraba más y mejor manteniendo a sus equipos con opciones. Parecía claro que ganaría quién menos se equivocase, o quién más acertase. Ni uno ni otro.
Villamarín salvó un mano a mano con Cutura. Santana hizo lo propio para darle una última opción de ataque a los suyos con casi un minuto por delante para ganar. No la aprovecharon. Tras un tiempo muerto, con 14 segundos para realizar una acción, el Teucro perdió el balón sin llegar a lanzar. 6 segundos para Sinfín, que tampoco supo aprovechar. Unos y otros cometieron más errores que aciertos, quizás por eso a nadie disgustó de todo el empate, porque ambos pudieron ganar, pero ambos estuvieron muy cerca de la derrota.
SD TEUCRO (23): Lloria; Moyano (3), Quintas, Rial, Gerhardt (1), Cangiani (4), Cutura (4, 1 de penalti) -siete inicial-, Santana (p.s.); Natan Suárez (3), Iván Fernández, Samu Gómez (3), Fischer, Dani Hernández (3), Samu Pereiro (1) y Sergio Pérez (1).
BM SINFÍN (23): Villamarín; Muñiz (2), Torriko (1), Postigo (3), Da Silva (6), Iglesias (2), Dimitrevski -siete inicial-, Ibáñez (p.s.); Valverde, Pla (3), Lastra, Sola (1), Basualdo, Lon (2), Vallés (3, de penalti) y Salvarrey.
Árbitros: Jesús Álvarez Menéndez y José Carlos Friera Cavada (Asturias). Excluyeron dos minutos a Rial y Sergio Pérez, en el Teucro, y a Da Silva y Pla, en el BM Sinfín.
Marcador (cada cinco minutos): 0-3, 1-6, 3-7, 4-10, 6-11, 9-13 (descanso), 11-15, 13-16, 15-18, 19-20, 22-22 y 23-23 (final).
Incidencias: Pabellón Municipal de los Deportes (Pontevedra). Unos 800 espectadores.
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