VÍDEO.- Temeridad y acto vandálico de dos turistas trepando por la Torre de San Sadurniño de Cambados
Por María José Pita
El pasado lunes 3 de julio era captada la grave imprudencia de dos personas que se encaramaban a la Torre de San Sadurniño de Cambados, arriesgando sus vidas y cometiendo un acto vandálico contra un monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
La persona autora del vídeo, que desea permanecer en el anonimato, compartió la grabación con la Asociación para a defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal) para que la difundiera en sus redes sociales con el fin de denunciar públicamente estos actos vandálicos, ayudar a crear conciencia en el respeto del patrimonio y para llegar a las autoridades que correspondan.
Carlos Henrique Fernández Coto, el presidente de Apatrigal, explica en conversación telefónica con PontevedraViva que en cada publicación etiquetaron a las autoridades correspondientes para asegurarse de que tengan noticia de este incidente y puedan actuar en consecuencia. Son cada día tantos hechos los que detecta esta asociación que "sería imposible denuncialos todos". Para Fernández Coto, el de Cambados es un episodio lamentable más que se suma "a un home que o día anterior subiu polas esculturas da Porta Santa da Catedral de Santiago, e iso vén dous días despois de que pintaran na Igrexa de San Martiño Pinario, e iso vén unha semana despois de que unha peregrina puxera os quilómetros que recorrera no Camiño de Santiago con tiza en pleno Obradoiro".
El presidente de Apatrigal alerta de que "estamos vivindo unha vaga de agresións ao patrimonio sen igual". Apunta como una de las principales razones el incremento del número de turistas, "sobre todo tras a pandemia pasamos a ser unha Comunidade receptora de turismo e temos que cambiar a mentalidade". Ha observado en este nuevo turismo una ausencia de un "vínculo coa contorna", un concepto que se refiere al lazo que nos une con el lugar de donde venimos o donde vivimos. "Cando están fora da súa contorna, como o caso recente do home que detiveron no Coliseo de Roma facendo un acto vandálico, non teñen vínculo con el, a no ser que sexa unha persoa que viaxa interesada no patrimonio. O resto da xente que viaxa por viaxar non ten apego a esas pedras e, na maior parte dos casos, nin sequera sabe o seu valor".
"Moita xente non sabe o valor que ten a Torre de San Sadurniño nin sabe que se construíu hai doce séculos. Para eles é un lugar máis para sacar fotos, selfies, e en moitos casos publicalas en redes sociais para obter likes". El peligro de esta banalización es cuando se traspasa la línea y se pinta el patrimonio o incluso se retiran piedras de monumentos, un caso que ocurrió en la Muralla de Lugo.
Como advertencia a los vándalos, lo que puede parecer un juego se transforma en un acto que puede acarrear graves sanciones. "Non olvidemos que no caso da Torre de San Sadurniño, que é un BIC como a Catedral de Santiago, as sancións poden chegar 150.000 euros e a máis de dous anos de cadea", recuerda Fernández Coto. Por el momento, ninguna agresión contra el patrimonio en Galicia alcanzó esos extremos.
EFECTO LLAMADA
Al viralizarse estos actos vandálicos a través de las redes sociales se corre el riesgo del llamado "efecto llamada" y que estas agresiones al patrimonio se conviertan en una moda. Fernández Coto advierte de que "o efecto chamada xa existe, o que intentamos nós ao publicalo é concienciar que iso está mal feito".
Una de las aportaciones que hace Carlos Henrique para intentar atajar este problema es que las autoridades instalen junto a cada monumento carteles que informen de las prohibiciones, "que os que temos certa idade e unha educación entendemos que non se debe facer, pero ao mellor esta xente de menos idade non está educada neses valores e nese respecto". Con todo, es consciente de que en muchos casos no se respetarán estos carteles, así que en lugares especialmente sensibles y que acogen muchos visitantes, como el entorno de la Catedral de Santiago, propone que se aumente la presencia policial. "E a medio e longo prazo habería que cambiar a educación".
TORRE DE SAN SADURNIÑO
La torre de San Sadurniño, ubicada en el islote de A Figueira en el barrio marinero de Santo Tomé de Cambados, fue construida durante el siglo VIII al IX d.C., para proteger el asentamiento de las incursiones vikingas y vigía de la ría.
La torre fue reconstruida durante el siglo XII cuando era propiedad del arzobispo de Santiago de Compostela, Diego Gelmírez, que se vio obligado a comprarla por el riesgo de perder el control estratégico de sus tierras.
Durante el siglo XV, el reino de Galicia se enfrentó a la rebelión de los campesinos, y la torre fue derribada durante las batallas de las revueltas irmandiñas, entre 1466 y 1470.
Unos años más tarde fue adquirida por el hermano de Pedro Madruga, Suero Gómez de Sotomayor, quien la reconstruyó, y en 1709 pasó a manos del marqués de Montesacro, Diego de Zárate y Muga.
En 1775, el terremoto de Lisboa afectó a toda la costa occidental de la Península Ibérica, y la torre fue dañada una vez más, estado con el que ha llegado a nuestros días.
Actualmente es de propiedad pública y uno de los monumentos más característicos de Cambados, declarado Bien de Interés Cultural en 1994.
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