El conductor borracho que causó un accidente en el que fallecieron una mujer y sus dos hijos asegura no recordar nada
Por Oskar Viéitez & Mónica Patxot
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha iniciado este martes el juicio contra Alfredo L., un hombre de 33 años, acusado tres delitos de homicidio por imprudencia grave con ocasión de la conducción de un vehículo de motor, por conducir borracho causando un accidente en el que fallecieron una mujer y sus dos hijos.
"No me acuerdo de nada prácticamente del accidente", declaró hoy ante el tribunal en relación con el siniestro ocurrido sobre las 21.56 horas del día 19 de marzo de 2021.
Alfredo ha sido incapaz de concretar las circunstancias del accidente "no sé qué pudo pasar, si me dio un bajón o qué". Y ha apuntado que no sabe "si me subió de golpe el alcohol" porque, según ha reiterado, él "estaba bien" y ha añadido que "cuando bebo no cojo el coche, ese día no sé qué pudo pasar que no me acuerdo". También ha dicho no ser consciente de haber pedido a alguien en el bar que le llevase a casa por no estar en condiciones.
Por lo contrario, sí recordaba que, después del accidente, en el hospital le pidió a su padre "que hiciera todo lo posible con el seguro" para que "intentase llegar a un acuerdo". Su defensa pide la libre absolución.
La fiscal solicita que sea condenado a cinco años de prisión y la pérdida definitiva del permiso para conducir.
Según el relato que hicieron de los hechos los agentes de la Guardia Civil que testificaron durante la vista oral, Alfredo condujo su Renault Megane por la carretera PO-510 (Porriño-Salceda de Caselas), tras haber consumido bebidas alcohólicas en cuatro bares "en cantidad que mermaba su capacidad de realizar una conducción adecuada y segura".
Según ha concluido el Ministerio Público en base a los informes periciales, el acusado condujo su vehículo a una "velocidad excesiva e inadecuada para su estado y la vía", alcanzando, al menos, una velocidad de 128 km/h. Por ello, al llegar una ligera curva mantuvo una trayectoria recta. El coche del acusado atravesó los dos carriles de circulación sentido O Porriño e invadió el carril destinado a la circulación sentido Salceda de Caselas, por el que en ese momento circulaba el vehículo Citroën C4 que conducía una mujer de 38 años que viajaba con sus hijos de 13 y 6, todos ellos vecinos de Salvaterra do Miño.
El equipo de expertos de la Guardia Civil que reconstruyó el accidente, ha explicado que, como consecuencia de esa invasión, la conductora del Citroën intentó una maniobra evasiva hacia la izquierda para evitar la colisión "la maniobra que intentó era la correcta". Pese a ello, "no pudo hacer nada para evitar el choque" y ambos vehículos impactaron de frente.
Debido a la violencia del impacto los tres ocupantes del Citroën fallecieron en el mismo lugar del accidente, pese a que todos llevaban puesto del cinturón de seguridad -el pequeño además una silla homologada- y a que funcionaron los sistemas activos de protección del vehículo.
El acusado, fue desplazado al hospital Álvaro Cunqueiro y allí se obtuvieron muestras para comprobar el grado de intoxicación alcohólica, que arrojaron un resultado de 2,49 gramos por litro de sangre. Es decir, quintuplicaba el límite permitido. Ante las dudas planteadas por el abogado de la defensa, durante el juicio quedó acreditado por los profesionales sanitarios que la extracción y la custodia de esta prueba fue "perfecta".
La Guardia Civil y los responsables de cuatro bares a los que acudió el acusado aquella tarde detallaron que éste presentaba, antes de iniciar la conducción, "evidentes síntomas de una intoxicación alcohólica notoria" ya que estaba hablando solo y balbuceando, con dificultades para mantener el equilibrio, incapaz de mantener la verticalidad, llegando a caerse de una silla al suelo, o tropezar sin motivo aparente y caerse al suelo, quedándose tumbado un rato hasta que consigue levantarse.
TESTIMONIO DE LA FAMILIA
Especialmente emotivas fueron las declaraciones ante el tribunal de la familia de los tres fallecidos. El viudo y padre de los dos menores fallecidos afirmó que en ese accidente "lo he perdido todo". Sumido en una depresión ni siquiera sigue viviendo en España "no tengo ningún motivo para vivir", ha dicho. Tenían tres negocios que fueron liquidados "a pérdidas" porque se vio "incapaz de sacarlos adelante".
El padre y los tres hermanos de la madre de 39 años que falleció junto a sus hijos de 13 y 6 años han relatado ante el tribunal la tragedia familiar que viven desde aquel fatídico día. "Llevamos todo este tiempo sin ser la familia que éramos", incidieron, "nada en la vida te prepara para ver tres cajas colocadas de mayor a menor".
PIDEN MÁS PENA
La familia ejerce la acusación particular y pide una condena de nueve años de prisión para Alfredo, lamentando profundamente que la Fiscalía no haga lo mismo y se limite a solicitar 5 años de condena. Según han argumentado, en España hay sentencias condenatorias con penas superiores a los 10 años por sucesos similares y con menos víctimas.
La familia teme "una condena pequeña que no nos ayude a pasar página" sino que "aumente nuestra situación de rabia e impotencia", han reprochado al terminar la vista oral.
Además de la pena de prisión y en cuanto a la responsabilidad civil, la Fiscalía solicita que el acusado conjunta y solidariamente con la compañía Axa Seguros Generales indemnice en más de medio millón de euros a la familia de los fallecidos.
El juicio concluirá mañana miércoles con la lectura de los informes de las partes personadas en este caso: la fiscalía, la acusación particular, el abogado de la defensa y el letrado de la compañía de seguros.
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