Los trabajadores de Celso Míguez exigen el pago de los salarios y un plan de viabilidad
Por Oskar Viéitez & Mónica Patxot
Los trabajadores de Almacenes Celso Míguez están secundando este jueves una jornada de huelga para exigir el cobro de los salarios que la empresa les adeuda, así como un plan de viabilidad que garantice la continuidad de la actividad. Con motivo de la huelga, el personal también realizó una manifestación por el casco urbano de Pontevedra hasta la calle Almirante Matos, donde la compañía tiene su sede social.
Celso Míguez es una firma dedicada a la comercialización de pinturas que tiene centros de trabajo por toda Galicia y cuenta con unos 90 empleados. Pero desde hace más de un año, los problemas en el cobro de los salarios son frecuentes y en estos momentos la empresa les debe las tres últimas nóminas y las pagas extraordinarias de navidad y julio, lo que está provocando serios problemas económicos al personal.
Cecilia Tarela, de la CIG-Servicios de Pontevedra indicó que "os pagos estanse facendo de maneira habitual con até tres meses de atraso, pero sempre evitando pasar dese tempo para que o persoal non poida presentar demanda de extinción de contrato por impago", explica.
Este mismo miércoles, víspera de la huelga, la dirección reunió al personal pero no aportó ninguna solución ni plazo para hacer efectivo el pago de los sueldos.
José Luis García Pedrosa, secretario de organización de Comisiones Obreras incidió en que "a empresa acumula débedas pola mala xestión".
A finales de año la representación social pidió una auditoría y las cuentas de la empresa y, según Celia Tarela, "o que nos atopamos foi cunha débeda de máis de 14 millóns de euros que inclúe débedas con Facenda e con provedores", advierte.
Ante esta "situación desastrosa", el comité demandó de la dirección que presentasen un plan de viabilidad para garantizar la continuidad de la actividad y de los puestos de trabajo, "pero o que están facendo é desmantelar a empresa a anacos, vendendo locais ou pechando establecementos que estaban alugados (y que también acumulaban el impago de los alquileres)".
Sobre cómo se llegó a este punto, los representantes sindicales de CIG y Comisiones Obreras coinciden en señalar a la "nefasta" gestión empresarial "xa que traballo e vendas neste tempo non faltaron". De hecho, añade Celia Tarela que "en pleno estado de alarma había clientela nas portas das tendas pero non materiais para lles vender". Explica que Celso Míguez es un almacén de pinturas que tenía exclusividad en la comercialización de marcas de mucho renombre en el sector pero que perdieron por la mala gestión.
A la vista de que la empresa no ofrece ninguna garantía en los pagos ni presenta un plan de viabilidad, la representación social convocará los trabajadores a una asamblea para evaluar las próximas acciones y medidas a desarrollar.
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