Un hombre se enfrenta a 22 años de prisión por cuatro años de "constantes actos de violencia psíquica y física" contra su pareja
Por Natalia Puga
La Audiencia Provincial de Pontevedra juzgará el próximo jueves 21 de mayo a un hombre, de iniciales M.A.R.T., acusado de los delitos de agresión sexual, maltrato, lesiones y coacciones por ejercer "constantes actos de violencia psíquica y física" sobre su pareja entre 2014 y 2018 en Vilagarcía de Arousa.
La Fiscalía pide que el hombre sea condenado a 22 años de prisión: 12 por un delito continuado de agresión sexual con penetración, dos años y tres meses por tres delitos de lesiones contra la mujer, seis años por dos delitos de coacciones graves y un año y nueve meses por un delito de maltrato habitual contra la mujer.
El escrito de acusación de la Fiscalía sostiene que durante el tiempo de esa relación, y de forma cada vez más intensa según iba avanzando la misma, el acusado la insultó y menospreció constantemente diciéndole, entre otras expresiones, que si era una puta para unos también lo iba a ser para él. Cuando inició la relación, ambos eran menores de edad, pero los comportamientos violentos continuaron cuando ambos cumplieron 18.
Además, la amedrentaba diciéndole que la iba a agredir o a difundir fotos y videos de ella de contenido sexual, y le propinaba bofetadas, golpes, patadas y tirones de pelo.
Según el fiscal, "con el ánimo de controlarla y someterla a su voluntad" le revisaba a menudo el teléfono móvil, controlaba sus redes sociales y no le dejaba tener amigos ni salir con sus amigas. Además, se enfadaba si se relacionaba con otros chicos y cada vez que ella le decía que quería dejar la relación aumentaba su control y agresividad hacia ella. En muchas ocasiones en las que ella no quería mantener relaciones, la golpeaba hasta que acaba cediendo por miedo.
Todas estas acciones del procesado, prolongadas durante tanto tiempo, produjeron en su pareja un "temor y miedo constante en su relación de pareja", tanto cuando estaban juntos como cuando ella pretendía romper, por lo que una y otra vez volvía con él, "unas veces por temor y otras por la dependencia afectiva creada", generando en ella un fuerte sufrimiento emocional.
La sección cuarta de la Audiencia revisará el caso el próximo jueves en un juicio en el que la Fiscalía pondrá sobre la mesa una serie de episodios concretos, entre ellos, el que ocurrió el día que ella cumplió 18 años la trató con violencia. Ocurrió el 25 de marzo de 2018 en el domicilio del acusado. Se inició una discusión porque ella no quería mantener relaciones sexuales con él y le propinó un puñetazo en un ojo.
El último de los hechos ocurrió en la madrugada del 9 de septiembre de 2018. La chica estaba en un bar de Vilagarcía en el que ocurrieron muchos de los hechos que se van a juzgar y, al agacharse para recoger del suelo la pajita de una bebida, el acusado le propinó una patada en las nalgas y le dijo: "Te agachas como una puta". Acto seguido, se la llevó del referido pub en contra de su voluntad, propinándole diversos golpes.
Una vez en su dormitorio, continuó golpeándola, tirándola al suelo, dándole patadas en la espalda y golpes por todo el cuerpo, la cogió por el pelo y le dio golpes contra la cama y la obligó a que, en contra de su voluntad, le hiciese una felación. A continuación, y a pesar de que ella quería marcharse, se acostaron y la mantuvo agarrada para no se pudiera marchar. Al despertarse, el procesado revisó el móvil de su pareja y cada vez que veía una conversación de Whatsapp o Instagram con un amigo la golpeaba, llegando incluso a agarrarla por el cuello en varias ocasiones mientras le echaba en cara que hablaba con otros chicos o que le mentía.
Ese día, la joven sufrió múltiples lesiones y dos días después denunció los hechos ante la Guardia Civil. Tras esa denuncia, el acusado entró en prisión y se dictó una orden de alejamiento.
Además de la pena de prisión, el fiscal pide que el procesado no pueda aproximarse a su pareja sentimental, su domicilio, lugar de trabajo o de estudio, o cualquier otro lugar que sea frecuentado por la misma en un radio no inferior a 200 metros por un plazo de 10 años superior a la pena de prisión impuesta y que durante ese mismo tiempo no pueda comunicarse con ella y se le imponga una medida de libertad vigilada. También pide para él la pena de privación del derecho a la tenencia y porte de armas por tiempo de 3 años y 6 meses.
La Fiscalía también pide que el acusado indemnice a su víctima con 570 euros por las lesiones sufridas el día 9 de septiembre de 2018 y 12.000 euros en concepto de daños morales y que pague al Servizo Galego de Saúde por los gastos que ocasionó la atención de ese incidente de 2018.