Productos gallegos con calidad certificada
Por Redacción
Galicia no se entiende sin su gastronomía y, de hecho, ésta constituye uno de los principales atractivos de su amplia oferta turística. Así, los visitantes acuden a nuestra comunidad atraídos,entre otras cosas, por sus manjares, siendo esta una de las grandes motivaciones para su viaje.
Estas producciones del campo gallego se han visto potenciadas en los últimos anos de forma cualitativa y cuantitativa gracias a la dlnamización de los conocidos como productos de calidad, amparados y protegidos por sellos de calidad. Se trata de recursos alimentarios que constituyen una de las mejores herramientas de las que dispone el medio rural de esta comunidad para asegurar su futuro, emprender nuevas vías de desarrollo e, incluso, reinventarse.
SELLOS DE CALIDAD
Galicia puede presumir de contar con hasta 35 productos alimentarios de calidad, amparados por sus correspondientes sellos de denominación de origen o indicación geográfica protegida. Esta Comunidad se distingue por su excelente despensa, que en el caso del agro abarca desde los productos lácteos y las carnes hasta postres tan emblemáticos como la tarta de Santiago, pasando por vinos, aguardientes, mieles, panes, castañas o productos de la huerta, entre ellos, de manera destacada, varias clases de pimientos.
Existe una gran agilidad a la hora de impulsar la mejora constante de estas producciones, así como su promoción en los diferentes mercados, partiendo siempre del enorme prestigio que alcanzan, tanto dentro como fuera del territorio nacional. Se trata, por lo tanto, de consolidar esa magnífica posición de la marca 'Galicia" en todo lo relativo a la producción agroalimentaria.
PROYECCIÓN INTERNACIONAL
A lo largo de la historia y hasta épocas relativamente recientes, el sector alimentario gallego se ha caracterizado por el autoconsumo, con producciones de pequeñas dimensiones y de alcance limitado y, por ese motivo, con un reducido impacto económico.
Con la puesta en valor de los productos de calidad, a través de las denominaciones de origen protegidas (D.O.P.) y de las indicaciones geográficas protegidas (I.G.P.), los productos gallegos han alcanzado una nueva dimensión, más competitiva en el mercado, atractiva para el consumidor y con todas las garantías de que el producto que se ofrece ha pasado rigurosos controles de calidad, como muestra de su especial cuidado en el proceso de producción y comercialización.
Todos los productos gallegos amparados por los sellos de calidad se pueden consultar en la página web de la Consellería do Medio Rural de la Xunta de Galicia.
Galicia cuenta con cinco denominaciones de origen de vino (Ribeiro, Valdeorras, Rías Baixas, Ribeira Sacra y Monterrei). Cada una con una personalidad bien definida, pero todas con un denominador común: la calidad y la vinculación muy directa con el territorio. Cabe también destacar los vinos con indicación geográfica.de los que contamos con cuatro: Barbanza e Iría, Betanzos, Val do Miño-Ourense y, el de más reciente incorporación, Ribeiras do Morrazo.
La comunidad autónoma destaca también por la riqueza y variedad de sus bebidas espirituosas. Las indicaciones geográficas de los aguardientes y de los licores tradicionales de Galicia protegen tanto el orujo como el aguardiente de hierbas, el licor de hierbas y el licor café, bebidas todas ellas que forman parte inseparable del imaginario colectivo de esta tierra.
Las carnes de Galicia siempre han gozado de prestigio y reconocimiento. En el caso del vacuno, existe un sello de calidad: Ternera Gallega, la indicación geográfica más importante en el sector cárnico español.
La protección de estas producciones se ha visto potenciada en los últimos tiempos con la creación de la Indicación Geográfica Protegida Vaca gallega y Buey gallego. Esta IGP nació en 2017 para proteger y amparar el sector y ofrecer un producto tan relevante como la carne de vacuno mayor, garantizando su origen y calidad, igual que se viene haciendo desde hace 30 años con Ternera Gallega.
También el sector cárnico de porcino gallego de calidad tiene su reconocimiento con la IGP Lacón Gallego y, en el ámbito avícola, conviene recordar la incorporación a los sellos de calidad del tan conocido Capón de Vilalba.
Uno de los puntos fuertes de Galicia es el relacionado con la producción láctea. En este sentido, hay que destacar, en primer lugar, la existencia de un indicativo que certifica la leche gallega de calidad diferenciada. Se trata de 'Galega 100%', un sello que garantiza la excelencia del producto y que éste, además, tiene como origen explotaciones de la comunidad autónoma.
Por lo demás, Galicia destaca también por la calidad de sus quesos, con cuatro diferentes denominaciones de origen protegidas (Arzúa-UIIoa, Cebreiro, Tetilla y San Simón da Costa). Cada uno tiene su propia personalidad, pero todos coinciden en ofrecer al consumidor un producto hecho con el máximo esmero y a partir de una materia prima, la leche gallega, de gran calidad.
También merece especial reconocimiento la calidad contrastada de los pimientos que se producen en Galicia, los de Herbón, O Couto, Oímbra, Arnoia y Mougán. Son cinco tipos diferentes de pimientos, amparados bajo un sello de una denominación de origen, en el caso del primero, y de indicaciones geográficas protegidas en las restantes.
Los grelos de Galicia son otro de los productos de la huerta gallega con calidad amparada por un indicativo específico, con la vista puesta en una mayor proyección fuera de la comunidad autónoma.
Las castañas, las patatas o la miel producidas en Galicia también cuentan con reconocimiento especial por su calidad. En cuanto a la castaña, la zona de origen de este producto abarca la mayor parte del territorio de montaña, mientras que en el caso de la miel de Galicia, su área de producción se extiende por toda la autonomía.
La IGP pataca de Galicia ampara otra referencia de la despensa gallega y tiene su zona de producción repartida en las subzonas de Bergantiños (en A Coruña), Terra Chá, A Mariña y Lemos (en la provincia de Lugo) y A Limia (en Ourense).
Por su parte, la faba de Lourenzá o el pan de Cea, entre otros, asocian el nombre de su zona de producción al del producto. El cultivo de la faba de Lourenzá abarca el territorio costero de la provincia de Lugo y con este distintivo se le dio nombre propio a esta variedad.
Además, el pan de Cea, junto con la tarta de Santiago, son los dos productos gallegos del sector de panadería y pastelería que cuentan con distintivo de calidad. La zona de elaboración de la tarta es toda Galicia, mientras que en el caso del pan se corresponde con el municipio orensano de San Cristovo de Cea.
La Agricultura Ecológica es otro indicativo de calidad que ha registrado un gran desarrollo en los últimos años en Gallcia. Se trata de un sistema de producción de alimentos basado en un escrupuloso respeto al medio ambiente, el bienestar animal y el mantenimiento y mejora de la fertilidad del suelo.