"No quiero venganza lo que pido es Justicia", dice la viuda del guardia civil tiroteado
Por Oskar Viéitez
La viuda del guardia civil Jorge Piñeiro Lorenzo, fallecido en el atraco a un banco de A Cañiza, ha reclamado este miércoles "Justicia", tras la segunda sesión del juicio que sienta en el banquillo de los acusados a los tres atracadores.
El protagonismo en esta jornada fue para el cabo Alfonso José Riveiro Cabaleiro que relató ante el tribunal de la Audiencia de Pontevedra su versión de lo ocurrido en agosto de 2010 cuando acudieron a la sucursal de A Cañiza.
"Nos estaban esperando. Yo lo encuentro encañonándome", aseguró el agente. Al entrar en el local donde estaban practicando el butrón, uno de los acusados, José Vilar, ya les estaba apuntando con la pistola, explicó el guardia civil.
"Déjame marchar y aquí no pasa nada, decía el hombre mientras venía con la pistola apuntando hacia mi", indicó el cabo, "en ese momento le echo la mano a su arma y se oye una detonación, yo bajo el arma y detono de forma instintiva. En ese momento nos separamos y él empieza a gritar: cabrón, me has dado en la garganta y empieza a disparar", relató.
El guardia civil se abalanzó hacia el atracador y durante el forcejeo fue alcanzado en tres ocasiones, pero aún así pudo reducir y esposar al sospechoso. Su compañero de patrulla, Jorge Piñeiro, no tuvo tanta suerte y recibió cinco disparos. "Al verle tirado en el suelo mi cabeza solo estaba pensando en los hijos de mi compañero", señaló José Riveiro.
La viuda y la familia del guardia civil fallecido escuchaba este relato sin poder contener las lágrimas, por el contrario los acusados José Vilar "Pepiño" y Martíns "el peque" sonreían visiblemente ante la atenta mirada de once policías que vigilaban en la sala a los tres acusados.
El fiscal jefe, Juan Carlos Aladro, modificó su petición inicial de penas solicitando una condena de 25 años y ocho meses de prisión para acada uno de los acusados. Inicialmente el fiscal solo pedía 25 años para "Pepiño" y una pena sensiblemente menor de cinco años, para los otros dos atracadores.
Según explicó a la salida del juicio, Juan Carlos Aladro, el cambio de criterio obedece a que entiende que los tres "dominaban la acción y la intención no era solo robar sino cuantas consecuencias accesorias" fuesen necesarias.
Las defensas pidieron al tribunal que tuviese en cuenta la drogadicción de dos de los acusados, el abogado de Fernando Condines alegó incluso dilaciones indebidas.
Al finalizar el juicio, Eva María Hernández, viuda de Jorge Piñeiro, aseguro que "tenía la esperanza de que el Fiscal cambiase su acusación, ahora estoy contenta y espero que todo salga bien".
"No quiero venganza ni nada de eso, yo lo que pido es Justicia, sobretodo por mis hijos porque han dejado a tres niños huérfanos y por mi que me han destrozado la vida", dijo la viuda.
En cuanto a la actitud de los acusados durante el juicio Eva María Hernández afirma que "no se les puede llamar personas, no tienen escrúpulos ni conciencia, les da igual. Su reacción es la que puede tener un individuo de esas características".
"Yo pertenezco a una Plataforma en la que hemos vivido los casos de otros amigos que han perdido a sus hijos asesinados de una forma muy cruel y prácticamente todos estos individuos reaccionan así por lo que ya me lo esperaba".
"Pedimos dignidad para las víctimas, que nos traten como merecemos", concluyó.
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