Fiscalía rebaja la petición de pena para uno de los dos acusados de agredir sexualmente a una joven en Vilagarcía
Por Mónica Patxot & Anxo Lourido
Los dos acusados de atentar contra la libertad sexual de una joven en un piso de Vilagarcía de Arousa en la madrugada del día 19 de mayo de 2013 se declaraban inocentes de los hechos que se le imputan ante la jueza de la sala cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, Nélida Cid.
Los acusados, ambos mayores de edad, L.G. y P.B., relataron que esa noche habían quedado varios amigos, entre los que se encontraba la víctima y su novio, para hacer un botellón en el piso de P.B. antes de asistir a un concierto en el recinto de Fexdega.
P.B. indicó que alrededor de las 4.30 horas regresó a su domicilio, próximo al lugar del recital, y avisó a L.G., que tenía una pierna escayolada, para que se quedara en su vivienda a dormir en la cama nido del cuarto de P.B. Mientras jugaban a la Play, L.G. se puso en contacto con S. a la que había visto llorando durante el concierto, le comunicó dónde estaba y, siempre según el relato del acusado, la joven fue hasta la vivienda en la que se encontraban.
L.G. declaró ante la jueza que la joven al llegar indicó que tenía frío, se descalzó y se metió en la cama con él. Afirmó que la había ayudado a quitarse las medias y la faja porque ella no era capaz para, a continuación, mantener dos relaciones sexuales "consentidas", según el acusado. Entretanto, P.B. se quejaba de que no le dejaban dormir.
P.B. declaró que "en ningún momento" llegara a presionar sus genitales contra la boca de la mujer, como figura en el escrito de la Fiscalía. Por su parte, L.G. rechazó que eyaculara en alguna de las dos penetraciones. Ambos coincidieron también en indicar que la joven empezó a temer que fueran a contar a su novio lo que había sucedido y que se marchó. L.G. insistió además en que él y la víctima mantenían una "relación especial" de amistad desde los tres años y que se habían producido varios episodios de "tonteo" entre ambos.
DECLARACIÓN DE LA VÍCTIMA
La versión de los acusados difiere de la ofrecida por la víctima que declaró, con tensión, que aquella noche se había acercado al piso porque estaba buscando a su pareja, que no le contestaba al móvil. Una vez en la vivienda se dirigió al salón y afirmó que L.G. y P.B. le pidieron que fuera a la habitación en la que se encontraban.
Una vez allí, la joven relataba que estaba ebria, se había sentado en la cama y se había quedado dormida porque se encontraba cansada. Se despertó cuando notó que L.G. le estaba quitando la ropa. Según explicó le pidió que parase pero él continuó retirándole la faja y las medias. A pesar de haber dicho "no quiero" y de intentar zafarse, P.B. le agarrró el brazo izquierdo. Mientras L.G. la penetraba vaginalmente, según relató, P.B. intentaba que le practicara una felación. Después, afirmó, se retiró tras la eyaculación de L.G. y se vistió sin hablar con ninguno de ellos. Se marchó a su casa, se duchó y se durmió.
Según manifestó, al día siguiente envió un mensaje a L.G. en el que decía "esto que has hecho se llama violación. Ten miedo". Expuso que había sido un acto que no había pensado y que se arrepentía de haberlo hecho. Negó también que hubiera tonteado con Lucas y afirmó que no se daba cuenta de lo que había sucedido hasta que habló con una amiga, horas después, sobre los hechos. A partir de ahí entendió que o que lle pasara "se llama violación" al haberse negado a mantener la relación sexual. Fue tras hablar con la madre de su amiga y con sus propios padres cuando decidió ir al Hospital do Salnés para un reconocimiento ginecológico y presentar denuncia por agresión sexual en la Comisaría.
La víctima reconoció que durante cuatro años ha tenido que recurrir a ayuda psicológica y admitió que al principio se encontraba con miedo a salir de casa. Un dato que confirmaron tanto su madre como su pareja en aquel momento.
Los abogados de la defensa de los dos acusados intentaron presentar contradicciones entre los mensajes de whatsapp que envió en los días siguientes con su declaración. La víctima alegó que no recordaba haberle enviado una foto de su perro a L.G. al día siguiente de los hechos y tampoco recordaba haberle trasladado un guión a su pareja para el momento en que tuviera que prestar declaración. Fue necesario interrumpir la declaración de la joven durante unos minutos al indicar que se encontraba mareada.
A Fiscalía solicita para L.G. unha pena de 14 anos de prisión e reduce a petición para o cooperador necesario P.B. a 9 años de cárcel. El juicio continuará el próximo miércoles 3, a las 10.00 horas, en la Audiencia Provincial.
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