Empleados de la funeraria San Marcos y técnicos de una ambulancia salvan la vida a un transeúnte
Por Oskar Viéitez
Acostumbrados por su trabajo a convivir a diario con la muerte, los empleados de una empresa funeraria de Pontevedra han logrado evitar ese tránsito fatal a un transeúnte al que han salvado la vida.
Sucedió este martes 3 de julio alrededor de las siete y cuarto de la tarde cuando varios trabajadores de la funeraria San Marcos estaban llegando al tanatorio después de la realización de un servicio fúnebre. Fue entonces cuando vieron como un hombre de avanzada edad se desplomaba en la acera próxima al cementerio de San Mauro.
Rápidamente aparcaron las furgonetas y el coche fúnebre para atender al hombre que estaba tendido en el suelo. Lo pusieron en posición de seguridad introduciéndole los dedos en la boca con el fin de que no se tragase la lengua e iniciando las primeras maniobras de reanimación, según fuentes de la funeraria.
A los pocos segundos pudieron avisar a una ambulancia que se dirigía camino al Hospital Montecelo para que les ayudase. Se temía por la vida de este hombre al que el sanitario prácticamente daba por fallecido. Los técnicos de la ambulancia, gracias a la utilización de los desfibriladores, continuaron ya aplicando las técnicas de respiración cardiopulmonar logrando que el hombre recuperase la respiración espontánea y salvase la vida.
Gracias a los desfibriladores y a la atención que le ofrecieron, se pudo estabilizar al hombre y proceder a su traslado al centro hospitalario Álvaro Cunqueiro en una ambulancia medicalizada.
El transeúnte, de 76 años, se dirigía al tanatorio a dar el pésame a la familia de un vecino fallecido. En estos momentos se encuentra "estable" ingresado en el hospital vigués.