Ese porcentaje corresponde a esta provincia, en el ámbito gallego de unos cinco mil colegiados, más menos 150 están sin empleo.
El sector además tiene en un horizonte próximo varias reformas normativas, una de ellas de ámbito autonómico como la Lei de Ordenación Farmaceútica que conllevará incrementar los campos que se puedan ejercer en oficinas de farmacias, mayor responsabilidad para la figura de los adjuntos o dar más posibiliades de viabilidad a "farmacias desfavorecidas".
Otro dato que corrobora Alba Soutelo es la reducción del gasto farmaceútico durante el grueso de la crisis. Desde 2015 la tendencia es a la recuperación, pero aún así de los 300 millones de euros que sumaron la factura de los medicamentos vendidos en la provincia de la Pontevedra en el 2009, a 2017 se queda en 237 millones.
Y hablando de medicinas, de los 26 nuevos principios activos que se comenzaron a comercializar el año pasado en España, sólo uno se vendió en farmacias (destinado al Parkinson) el resto fueron para uso y dispensación hospitalaria.
"Por eso las farmacias se quedan sin contenido, porque tenemos los mismos medicamentos, que además cada vez van bajando más de precio. Así queremos ampliar servicios, siendo farmacias más asistenciales para los ciudadanos, siguiendo por supuesto con la dispensación de medicamentos", dice Soutelo.