San Benitiño de invierno es solo para los más devotos
Por Mónica Patxot & Anxo Lourido
Martes 21 de marzo, día de San Benito de invierno, que tiene las mismas propiedades que el de verano pero cuenta con menos devotos que se acerquen hasta la romería que se desarrolla en el entorno del monasterio de Lérez. Allí, este jornada alrededor de medio centenar de personas participaban en la procesión del santo más "milagreiro" después de la misa central.
El campo de la fiesta e los accesos al templo volvían a estar llenos de puestos de vendedores de velas que recogen las formas del cuerpo para después ofrecérselas al santo, rosquillas, música y productos tradicionales. Tampoco falta la carpa para tomar el habitual pulpo "á feira".
Aurora, una mujer que lleva toda la vida en la parroquia ayudando en las actividades de organización y venta de estampas de San Benitiño y del aceite bendito, explica que hay menos gente en esta festividad invernal porque coincide con un día lectivo y laborable, además de que el tiempo a primeiras horas de la mañana no ayudaba a que se acercaran fieles debido a las fuertes lluvias y al viento.
Los organizadores señalan también que la economía sigue siendo otro de los principales problemas que reduce la presencia de devotos en esta fiesta. "A xente non ten diñeiro. Non sei se por iso se fai incrédula", afirma Aurora.
Un frasco con aceite bendecido por el cura Don Crisanto tiene un precio de un euro y ayuda a eliminar verrugas y manchas, a cuidar la piel e incluso tiene propiedades curativas, aseguran, para dolores más fuertes.
"Unha señora que tiña unha mancha impresionante no brazo, botou o aceite e ao ano lle pasou" confiesan, para a continuación relatar otro caso "unha señora tiña un netiño que estaba moi enfermo, levou aceite de San Benito, fíxolle a cruz no peito e o neno está aí", apuntan afirmando las virtudes del aceite, mientras escriben algunas de las experiencias vividas con el líquido santificado en una libreta para que cubran los fieles. En la misma mesa también puede encontrarse un libro escrito por el párroco sobre los 21 milagros que se le reconocen al santo. "Isto é a xoia da coroa", indica la vendedora.
Aurora señala que muchos de los devotos siguen queriendo llevar el aceite que está en la lámpara en lugar del que se vende en los frascos. Ella aclara que el de la lámpara suma menos días en el recipiente mientras que el de los frascos ha pasado más tiempo en contacto con el cobre y se somete a todo el proceso artesanal con la bendición final del cura. "Dá moito traballo", afirma para señalar que lo importante, en todo caso, para que surjan los milagros es que haya fe.
El 11 de julio, la romería volverá a la parroquia de Lérez con San Benito de verano.
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