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© Cruz Roja
Susto en Paxariñas por las dificultades para localizar a una víctima de violencia de género
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Por Natalia Puga
Los responsables del servicio telefónico de atención y protección para víctimas de la violencia de género de Cruz Roja (Atempro) pasaron un mal rato este sábado con una mujer cuya vigilancia tienen asignada. En un momento dado, recibieron una alerta del sistema y, cuando intentaron contactar con ella para verificar si se encontraba bien, no lo consiguieron, de modo que tuvieron que pedir refuerzos a la Guardia Civil para localizarla. Finalmente, fue localizada en la playa de Paxariñas, en Sanxenxo, en buen estado y sin haber vivido ninguna situación de peligro.
Todo ocurrió a última hora de la mañana. El servicio incluye un dispositivo de telefonía móvil y telecomunicación que permite que las usuarias puedan entrar en contacto en cualquier momento con un centro de Cruz Roja atendido por personal específicamente preparado para dar una respuesta adecuada a su situación y esta mujer lo activó, de modo que se interpretó que estaba pidiendo ayuda.
Este sistema de teleasistencia permite al centro de atención tener controlada la ubicación de la mujer y, en este caso, el móvil la ubicaba en la playa de Paxariñas. En el momento en el que se activó, intentaron contactar con ella vía telefónica, pero ella no respondía a las llamadas, de modo que, para prestar una correcta atención, desde Cruz Roja contactaron con la Guardia Civil de Sanxenxo para que le ayudase a localizarla.
El operatiivo desplegado llevó a los agentes a recorrer la playa de Paxariñas, causando gran curiosidad entre los bañistas que no están acostumbrados a que una patrulla de la Guardia Civil se adentre en la arena. Finalmente, fue localizada y no se detectó que se encontrase en una situación de peligro. La Guardia Civil se lo comunicó a los responsables del programa de teleasistencia y finalmente se concluyó que la mujer había activado el sistema de forma involuntaria mientras disfrutaba de una mañana de playa.
Una vez más, se ha comprobado el correcto funcionamiento del programa Atempro, que ofrece una atención inmediata y a distancia, asegurando una respuesta rápida a las eventualidades que puedan sobrevenir a las víctimas de violencia de género las 24 horas del día, los 365 días del año y sea cual sea el lugar en que se encuentren. Incluso cuando es el último fin de semana de julio durante una jornada de ocio playero.