Tres pontevedreses confiesan que pertenecían a una red que traía heroína desde el sur de la Península
Por Natalia Puga & Cristina Saiz
Tres vecinos de Sanxenxo y Moraña reconocieron este martes ante el tribunal de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra que formaban parte de un grupo organizado que se dedicaba al transporte de heroína desde el sur de la Península Ibérica hasta Pontevedra para su posterior distribución entre los consumidores finales del producto y confesaron una actuación en concreto en el año 2014 en la que trajeron desde Murcia a Galicia un alijo de diez kilos de esta sustancia.
El vecino de Moraña José María D.P. y los vecinos de Sanxenxo Benjamín C.T. y Ana Isabel V.O. reconocieron su culpabilidad y señalaron como líder del grupo al cuarto imputado que se sentaba con ellos en el banquillo de los acusados el joven natural de Albania Erion M., en situación irregular en España y actualmente en prisión preventiva.
Erion, actualmente en prisión preventiva por estos hechos, estuvo asistido por una intérprete jurada de albanés, pero finalmente no fue necesaria su intervención, pues él dijo que no quería declarar. Curiosamente, la acusada Ana Isabel V.O. que en el año 2014 era novia de Erion M., aseguró que él "entiende perfectamente" español y en la sala de vistas se pudieron escuchar conversaciones telefónicas en las que intervenía el procesado y se le escuchaba hablar el idioma sin dificultades.
Los tres que confesaron habían llegado previamente a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía para reducir la pena que cumplirán, pero el juicio tuvo que celebrarse de todos modos porque el cuarto imputado no llegó a ese acuerdo. El joven albanés, además, fue uno de los protagonistas de la sesión celebrada en la Audiencia, pues en el mes de septiembre había renunciado a su abogado justo el día en que estaba señalado el juicio y este martes tenía un nuevo letrado que pidió que se suspendiese el juicio de nuevo porque no había tenido tiempo a preparar su defensa.
La magistrada presidenta de la Sección Cuarta, Nélida Cid, se negó a la suspensión y también le comunicó a ese abogado que resolverá en sentencia otra de sus peticiones: que se anulen las escuchas telefónicas realizadas a los procesados durante la investigación por vulnerar sus derechos fundamentales. La Fiscalía se opuso a que se anulen esas pruebas.
Ana Isabel V.O. reconoció que formaba parte del grupo y describió el papel de cada uno de los integrantes. Erion era el líder, al tener los contactos con los suministradores de la heroína en el sur de España y ser la persona que negociaba y concertaba las compras de la heroína y luego las distribuía en Galicia. Ella hacía tareas de "colaboración" y los otros dos imputados, José María y Benjamín, se encargaban del transporte de la heroína desde el sur de España hasta Pontevedra.
José María D.P. indicó que estaba "arrepentido"y Benjamín C.T. que lo hizo porque "económicamente estaba muy mal"
Estos dos imputados relataron que a ellos les contrató Erion para hacer un viaje a Murcia a cambio de pagarles 5.000 euros a cada uno que deberían cobrar cuando llegasen a Pontevedra con la droga. Para el transporte siguieron las instrucciones que él les daba y usaron un Audi A3 de Benjamín dotado de un mecanismo expresamente diseñado para llevar oculta la droga evitando posibles controles policiales. Según explicó José María, antes de ese viaje a Murcia de mayo de 2014 realizaron otro días antes, pero "tivemos que vir de volta sen nada".
José María D.P. indicó que estaba "arrepentido" de haber participado en esta actividad de tráfico de drogas y Benjamín C.T. explicó que lo hizo porque "económicamente estaba muy mal" y necesitaba dinero para sufragar su adicción a las drogas. Ambos aseguraron que contactaban con Ana Isabel o Erion, pero que él era el líder. En este papel que desempeñaba el joven albanés también coincidieron policías y guardias civiles que participaron en las investigaciones y detenciones en 2014, que pudieron constatar que "era el destinatario" de la droga.
El fiscal les consideraba a todos ellos autores de un delito contra la salud pública en su modalidad de sustancias que causan grave daño para la salud en cantidad de notoria importancia y otro de integración de grupo criminal por el que deberían cumplir nueve años y medio de prisión cada uno, esto es, una pena total de 38 años. Finalmente, los tres que confesaron verán reducida su pena.