Del llanto a la alegría en apenas unas horas: Así fue el domingo de la familia Pardo Touceda
Por Redacción
Hay llamadas que uno nunca querría recibir y otras que nunca se esperaría que llegasen a producirse. La familia Pardo Touceda de Pontevedra recibió una de cada tipo en la jornada de este domingo. La primera era portadora de las más trágicas noticias, llegaba de un portavoz del Gobierno de España infomando al padre de Alberto Pardo Touceda de que su hijo había fallecido en los atentados del viernes en París. La segunda la realizó el propio Alberto horas después para confirmar el despropósito de la primera, estaba vivo, y en la noche del viernes ni siquiera estaba en la capital francesa.
Entre una y otra llamada pasaron varias horas de angustia, un domingo que nunca olvidará una familia que pudo comprobar qué fácil se pasa de la tranquilidad de una mañana de domingo a una pesadilla y, de nuevo, a la alegría desbordada.
La madrina: "No estaba en la discoteca, ni siquiera estaba en París"
Los padres de Alberto están separados y, según han indicado fuentes de la familia, oficialmente el Gobierno tan sólo llamó al padre, pero la madre rápidamente recibió la dramática noticias. Ella no se lo podía creer, pues su hijo vive en Francia desde hace tres años, pero no en París, sino que desde hace un año tiene la residencia fijada en Estrasburgo, pero la información venía de una fuente oficial y enseguida empezó a ver cómo los medios de comunicación de todo el país daba por muerto a un joven cuya identidad coincidía con la de su hijo. A última hora de la mañana ya había pasado la prensa por su domicilio de la calle José Millán y ya familiares y amigos le estaban dando el pésame.
"Estamos en shock" decía entonces la familia, que tan sólo hablaba a través del telefonillo o por teléfono. Más tarde el tío de Alberto, José Manuel, salió a la calle y confirmó a los medios que su sobrino estaba muerto. Una mujer que respondió al telefonillo lo mantenía minutos después y aseguraba que estaban organizando ya cómo sería la repatriación del cadáver.
Nadie se podía creer todavía la noticia, pero nadie la ponía aparentemente en duda. Menos su madre. "Me quedé totalmente en shock porque no me esperaba semejante noticia, pero luego yo no terminaba de ubicar ni de encajar la noticia. Estuve llamando llamando a mi hijo a su móvil", relataba horas después, ya más tranquila. Y es que no entendía cómo su hijo podía estar en París y dudaba: "No cotejaron tampoco mi ADN con el suyo".
El tío José Manuel: "De dónde nace todo esto no lo sabemos"
Justo cuando las dudas ya se habían trasladado a otros miembros de la familia, llegó la noticia que tanto deseaban, pero ya no confiaban en recibir. De repente, a primera hora de la tarde, se actualizó el perfil de Facebook de Alberto. "Bufff que presión tener que desmentir su propia muerte, he pensado en alguna broma que marcara el momento para siempre, pero creo que quitaros la sensación de mierda lo antes posible era prioritario. Pero he dejado pasar una gran oportunidad para hacer una buena broma", publicaba.
Su prima Lucía lo leyó estupefacta y se puso en contacto con él para decirle que llamase a casa. También la noticia había llegado al resto de la familia ya y poco después lograron hablar con él. "Mi hijo no se creía lo que yo le estaba contando. Yo le dije: 'Ponte en Internet porque estás en todas las noticias". Y Alberto ya se enteró de todo el revuelo que se había montado. Incluso siguió publicando en Facebook, primero para decir "Pues no se... yo me veo a mí mismo en estos momentos y diría que estoy vivo... pero si seguís escribiendo cosas tan bonitas sobre mi tal vez tenga que morirme para no dejaros mal..." y luego para actualizar su foto de perfil con una reciente, la de su "resurrección".
La madrina del joven, de 33 años, salió a la calle para dar la noticia a la prensa y confirmar que "no estaba en la discoteca", en alusión a la sala de conciertos Bataclan, que "ni siquiera estaba allí" en París, sino en su casa de Estrasburgo. Durante la mañana y las primeras horas de la tarde "no nos cogía el teléfono", ni él ni su novia, una chica francesa a la que conoció cuando, terminada la carrera, y sin encontrar trabajo, tomó la misma decisión que miles de jóvenes españoles, irse a buscar trabajo al extranjero, en su caso, a Francia.
La madre: "A mí nadie me llamó para pedir no sé si disculpas o lo que sea"
Su tío José Manuel salía emocionado minutos después. "Está vivo", repetía calle abajo, incluso acompañando la afirmación con una palmada, pero sin pararse ni un segundo porque se iba a comunicar la noticia a la abuela de Alberto. Regresaría poco después, ya más hablador, para comentar "una noticia triste y feliz a la vez", pues ya habían podido comprobar que el joven "está perfectamente" y él había hablado "con su madre y con su padre".
A través del telefonillo, pues no se encontraba con fuerzas para salir a la calle, Pilar Touceda, la madre de Alberto, resumía muy gráficamente el día que había pasado: "Me parece que estoy viviendo una novela de terror". Ya hacía más de una hora que había hablado con su hijo, pero aún no había recibido ninguna llamada del Gobierno para desmentir lo qu parece que fue un error de identificación.
Al parecer, al joven le robaron la documentación en 2012 en Burdeos y el viernes su DNI apareció en la sala de conciertos tras el atentado. De ahí aparentemente surgió todo, pero "de dónde nace todo esto no lo sabemos", dijo su tío. Su madre echaba de menos en la tarde-noche de este domingo una nueva llamada: "A mí nadie me llamó para pedir no sé si disculpas o lo que sea".
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