Juzgan a un 'voyeur' pontevedrés sorprendido en el armario de su ex pareja
Por Natalia Puga
Un vecino de Pontevedra será juzgado el próximo 30 de mayo por un jurado popular por mirón. Está acusado de un delito de allanamiento de morada por supuestamente haber entrado sin permiso en la casa de su antigua pareja y esconderse en el armario de su dormitorio. La mujer estaba acostada en compañía de su pareja actual cuando le sorprendieron.
El juicio se celebrará en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra y la Fiscalía pide que sea condenado a dos años de prisión y que se le prohiba acercarse a su ex pareja, a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro lugar en el que se encuentre en una distancia de de 300 metros, asi como comunicarse con ella por cualquier medio durante cinco años. La acusación que ejerce la ex pareja y supuesta víctima pide que el hombre sea condenado a seis meses de prisión.
Los hechos por los que se le juzgan se produjeron alrededor de las 23.30 horas del 9 de marzo de 2013. Según el escrito de acusación del fiscal, el acusado, R.R.C., de 45 años, actuó con ánimo de vulnerar la intimidad de su ex pareja, con la que había estado conviviendo hasta seis meses antes y tenía dos hijos menores en común.
La pareja, según sostiene la acusación particular, había roto su relación sentimental cuatro años antes, pero siguió conviviendo hasta el 1 de septiembre de 2012. Tras el cese de la convivencia, ella "tuvo que interponer reiteradas denuncias por el acoso al cual fue y es sometida".
La Fiscalía pide dos años de prisión y la acusación particular seis meses por un delito de allanamiento de morada
El acusado, según el fiscal, entró en domicilio de ella en la avenida de Vigo de Pontevedra (el mismo en el que habían convivido). Lo hizo contra su voluntad y ella no se enteró de que lo había hecho hasta que estaba en su dormitorio acostada en compañía de su pareja actual. Tras percatarse de su presencia, la mujer le pidió que se fuese de la vivienda, pero él se negó y volvió reiteradamente al dormitorio.
Finalmente, ella logró conducirlo hasta la puerta y que abandonase el dormitorio. Al respecto, la mujer sostiene que tuvo que empujar al acusado hasta la puerta y, una vez que abandonó el domicilio, continuó llamándola por el telefonillo de la vivienda de forma reiterada y también al teléfono móvil. Dada la actitud del acusado, llamó a la Policia Nacional, pero cuando llegaron los agentes el hombre ya se había marchado.
El escrito de acusación formulado por el abogado de la víctima recoge que el procesado reconoció que había ido a la vivienda durante su declaración en el Juzgado de Instrucción número 3 de Pontevedra y añade que el hombre no tenía llaves de la vivienda, de modo que para entrar pudo haber utilizado una copia de cuando residían como pareja o una llave que sustrajo a uno de sus dos hijos.
Después de aquel incidente, la mujer presentó denuncia y el Juzgado de Instrucción número 3 de Pontevedra dictó un auto con medidas cautelares que prohíbe al procesado aproximarse a menos de 300 metros de su presunta víctima a la espera de que se juzguen los hechos.
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