La playa de la Concha-Compostela se queda sin hoguera y seguirá vallada por tramos durante el verano
Por María José Pita
El pasado 25 de abril comenzaban los trabajos de regeneración medioambiental de las playas de la Concha y Compostela, en Vilagarcía de Arousa, con el objetivo de erradicar la planta invasora del cadillo y para mejorar la calidad de la arena.
El proyecto de regeneración tiene un coste de 528.435 euros que financia Costas del Estado y se está actuando sobre una superficie de arena de 65.000 metros cuadrados. El plazo de ejecución es de cinco meses aunque, a petición del Concello, los responsables de Tragsa, la empresa pública encargada de acometer esta obra, se comprometieron a tratar de acortar los tiempos dada la proximidad del verano.
Con todo, la intención es que esta actuación entorpezca lo menos posible la visita de bañistas al amplio arenal que forman las dos playas comunicadas entre sí.
A punto de finalizar la primera fase, que comenzó por la zona del pinar de la Concha, aun permanece el vallado en este tramo más próximo al casco urbano de Vilagarcía.
Fuentes municipales indican que los trabajos en esta zona están finalizados y que, en breve, será retirado este cierre para proceder a acotar la siguiente área objeto de regeneración, la que corresponde con el tramo hacia Carril, en terreno de la playa de Compostela.
Estas obras van a impedir que tanto en la Concha como en Compostela se celebren las tradicionales hogueras de San Juan el próximo 23 de junio. Sin embargo, otro de los eventos del verano por excelencia, el Atlantic Fest, sí tiene prevista su celebración los días 19, 20 y 21 de julio en la playa de la Concha.
En los meses de verano, Vilagarcía de Arousa multiplica su población y el extenso arenal de más de dos kilómetros es cita habitual para cientos de bañistas.
Para dar repuesta a sus inquietudes, desde el Concello se recuerda que la actuación se está ejecutando mediante un sistema de cuadrículas, por lo que se va vallando sucesivamente por tramos para no impedir el uso público de la playa.
Además, entre el vallado, también están habilitados corredores para que las personas no tengan que recorrer largas distancias para acceder desde el paseo hasta la playa. No está afectada, por lo tanto, la franja de arena de la zona de baño y tampoco las concesiones marisqueras.
PROBLEMÁTICA DEL CADILLO
El cadillo es una especie invasora que se establece en las playas arenosas donde, aparte de competir con la vegetación nativa, resulta un peligro para los paseantes y bañistas, ya que las fuertes espinas que posee producen dolorosos pinchazos en los pies descalzos.
Es una planta que suele arrancarse manualmente, un método que dado lo extenso del arenal de la Concha-Compostela resulta inasumible.
El procedimiento que se está siguiendo en estos trabajos es, primero, la retirada de la capa más superficial de la arena, una lámina de unos 30 centímetros de grosor en la que se concentra la semilla del cadillo. En segundo lugar, se abren zanjas de unos 2 metros de profundidad donde se vierte la arena extraída con anterioridad. El tercer paso es aportar agua salada para contribuir a desecar las semillas. Y, por último, se vuelven a cubrir las zanjas con la arena retirada anteriormente.