Tres acusados de trasladar droga entre plátanos, dispuestos a asumir una pena "muy inferior" a la que pide el fiscal
Por Natalia Puga
Alfredo Martí González, José Ramón Del Río y José Manuel Currás García y sus abogados defensores trasmitieron este martes al tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra que se reconocen autores de un delito de tráfico de drogas y que están dispuestos a cumplir una pena de prisión por su participación en el transporte de un alijo de droga desde Colombia oculto en un contenedor de plátanos que intentaban introducir a través del puerto de Vigo. Matizaron, sin embargo, que consideran "absolutamente excesiva" la condena que les pide el fiscal, que sería de 20 años para Martí y 16 para los otros dos, y creen que debería ser "muy inferior".
Los tres se sentaron en el banquillo de los acusados como supuestos integrantes de una red de narcotraficantes que estaba intentando de establecer una vía de tráfico regular de droga entre Sudamérica y los puertos pontevedreses de Marín y Vigo y reconocieron un delito de tráfico de drogas, pero no que pertenezcan a una organización.
Al respecto, el abogado de José Manuel Currás señaló: "no hay tal banda organizada, no hay una organización, más bien una desorganización". Los tres piden que se les condene por un delito contra la salud pública en su modalidad e tráfico de drogas en cantidad de notoria importancia, pero no como integrantes de una banda. Además, piden que se aplique las circunstancias atenuantes de dilaciones indebidas, confesión extemporánea y arrepentimiento.
Junto a ellos se sentaron otros dos procesados, Guillermo Torres y José Germán Delgado, piden su libre absolución por estos hechos. En el caso de José Germán Delgado, su abogada defensora solicita impugnar las actuaciones que derivaron en la detención de los cinco acusados porque asegura que no se respetó la cadena de custodia del contenedor que traía los plátanos en el puerto de Vigo. En caso de que el magistrado sí decida condenarle, pide que se le aplique un delito contra la salud pública, pero en cantidad que no implica notoria importancia.
El juicio comenzó el martes 18 de febrero en la Audiencia y los tres procesados que ahora asumen ser condenados reconocieron cierta implicación en los hechos que se juzgan, pero no con total claridad como este martes. En la segunda y última sesión de la vista, fueron sus abogados quienes hablaron en su nombre y quisieron matizar que sí tienen que ver con este episodio de tráfico de drogas, pero no con el relato de los hechos que sostiene el fiscal Antidroga, Luis Uriarte.
Por su parte, el representante del Ministerio Público decidió elevar a definitivas sus conclusiones provisionales (las que cuatro de los cinco abogados defensores modificaron). Par Alfredo Martí pide 12 años de prisión por narcotráfico, seis por dirección de organización criminal y dos por tenencia ilícita de armas, al serle intervenido un revólver del calibre 22. Para José Ramón Del Río; Guillermo Torres; José Germán Delgado y José Manuel Currás García, 16 años de prisión para cada uno por los delitos de narcotráfico y de pertenencia a organización criminal.
El agente de la Guardia Civil que instruyó las diligencias declaró en la primera sesión del juicio y mantuvo la implicación de los cinco en las tareas para preparar diversos transportes de droga y, en concreto, el que se llegó a certificar y que desencadenó las detenciones: el envío de 55,8 kilos de cocaína de gran pureza oculto en un contenedor de plátanos que llegó al puerto de Vigo.
Los investigadores mantienen que la relación entre los cinco procesados era propia de una organización bien establecida de la que el cabecilla era Martí González, el procesado José Manuel Currás García era su mano derecha, José Ramón Del Río aportaba la infraestructura comercial, Guillermo Torres era la persona de contacto con la organización colombiana dueña de la droga y José Germán Delgado, un emisario al que enviaron de Madrid a Pontevedra para el traslado de una documentación necesaria para introducir el contenedor en el puerto, persona de confianza de la organización.
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