Jeannette Ramos Vega
27 días: La verdad
La verdad tiene el poder de sacarme de mi zona de confort y llevarme a lugares donde me enfrento cara a cara conmigo misma. Ese dolor que puede causar una conversación, una frase, una noticia, o un secreto es, sin duda, liberador. Es algo que, aunque puede doler, es necesario.
No conozco ninguna parte de mi ser que prefiera el engaño. Estoy preparada para que todo mi cuerpo se estremezca al enfrentar una verdad.
Me pregunto por qué los seres humanos deciden mentir. Al final, creo que esto cambia quién eres. Tu esencia se desvanece, convirtiéndote en esclavo de ideas irreales que tendrás que inventar y recordar constantemente. El mentiroso debe tener buena memoria. Pienso que algunos mienten por temor, otros por falta de amor y respeto, y otros simplemente porque sí. Es aquí donde se mide realmente el valor que le damos a los demás y a nosotros mismos.
Podríamos suponer que la deshonestidad está relacionada con la crianza, pero difiero. Es una decisión personal, un momento íntimo en el que no hay nadie más. Luego, llevas contigo cada mentira que pronuncias. Por lo tanto, no podemos culpar a otros de la mediocridad en nuestras vidas.
Soy amante de la verdad. Admiro a quien se enfrenta a sí mismo y decide ser honesto, pase lo que pase. Además, creo en la misericordia. Mirar a los ojos de otra persona y ser transparente es admirable. Podemos ser versiones íntegras de nosotros mismos, dando a otros lo que quisiéramos recibir. Rompiendo patrones y costumbres dañinas que nos llevan a lastimar relaciones que, una vez rotas, nunca más se podrán arreglar.
Introspección: examina y reflexiona sobre tus sentimientos y emociones. Comprende mejor tus motivaciones y comportamientos. Analiza tus acciones y las razones que te das a ti mismo para justificar tu manera de actuar con los demás. Mentir es una decisión propia; sin embargo, los resultados y las consecuencias afectan a otros.
Sin duda, el crecimiento personal nos beneficia en muchos aspectos, incluida nuestra relación con la verdad. La base de la honestidad es el respeto por uno mismo y por los demás. Siempre apostaré por la verdad. Creo que podríamos cambiar el mundo simplemente diciendo… la verdad.