Pedro De Lorenzo y Macías
¡Soñemos juntos por un mundo sin miedos! Festival Vocacional Mercedario
La alegría, la sabia de nuestro futuro, se reúnen en el Monasterio Mercedario de Poio. Son alumnos de Primaria y de Segundaria, de distintos lugares: Ferrol, Sarría, Verín, Herencia, Valladolid, Salamanca, Madrid (Colegios y parroquias mercedarias).
Unos grupos que superan los 200 estudiantes, que se unen para compartir sus experiencias y enriquecerse con una vivencia sincera de amistad. Observamos a Fray Simón Rementería organizando los grupos de la ESO. Junto al hórreo, estaban planificando sus estrategias los de Primaria.
Leemos el programa de actividades y las consideramos muy adecuadas a los turbulentos tiempos en que vivimos. Vamos al encuentro del P. Fray Elie Fouda; nos recibe con su amabilidad.
¿Cuál es la importancia, el objetivo de esta convivencia?
- El objetivo de esta convivencia es comprender que soñar juntos no sólo es posible, sino que es urgente. Todos los años programamos estas convivencias.
Este año celebramos la decimoséptima edición de lo que llamamos “Festival Vocacional Mercedario”. Nos reunimos para compartir momentos de oración, juegos, actividades. Nos reunimos como familia, para reforzar con alegría nuestros vínculos, nuestra amistad, nuestra fe, nuestras esperanzas, nuestros sueños. Este año hemos escogido “Soñemos Juntos”, y tomamos, como uno de los referentes, la canción de Luis Miguel, “Sueña”. En el festival de esta noche, además de unas cuantas actuaciones, cada grupo cantará una estrofa.
Sueña
Con un mañana
Un mundo nuevo
Debe llegar
Ten fe
Es muy posible
Si tú estás
Decidido
Es importante compartir experiencias y poner en valor que toda persona es necesaria. Trabajar unidos ayuda a generar amistad, fraternidad y solidaridad. A pesar de las posibles caídas, nunca hemos de dejar de soñar, tener ilusión y anhelos. Ahí está nuestra labor: estar presentes con alumnos y jóvenes de los distintos lugares de presencia, para reiterar que somos una familia y que juntos somos más fuertes.
Se ha detectado la falta vocacional al sacerdocio, a adherirse a congregaciones monacales. ¿Detectan falta de vocacional en la Orden Mercedaria?
- La disminución de las respuestas a la llamada del Señor en la vida religiosa, o al sacerdocio, es una realidad global. Lo que pasa es que, en algunas partes del mundo, no se nota tanto como aquí. Pero hay esperanzas, y seguimos sembrando. Los Mercedarios de la Provincia a la que pertenecemos llegaron a África a finales de los años 70; todos se formaron en este monasterio, que emana el espíritu misionero. En 1997 llegaron a Camerún, mi tierra. Se instalaron en un lugar pobre y allí iniciaron su siembra; estaban presentes y ayudaban a todos los necesitados, sin discriminar a nadie por sus creencias. Sembraron y lograron buenos frutos. Hay muchas vocaciones que aspiran a ser Mercedarios.
Nosotros sembramos y los resultados ya vendrán. Es más: la “vocación” no sólo está orientada a “llenar” los conventos. Dios nos llama a todos. De hecho, hemos avanzado mucho en estos encuentros; los alumnos y jóvenes finalizan sus carreras, forman su familia; pero siempre tienen un recuerdo, un refugio en nuestra Orden. Muchos se casan en nuestras parroquias; colaboran con nosotros en todas las vertientes: pastoral, colegios, Cáritas, visitas a mayores. Si alguno siente la llamada para ser Mercedario, será bien acogido.
Dentro de las actividades, observamos “Festival Vocacional Mercedario” y “Fiesta Temática”.
- Sí, este encuentro anual de Poio es fruto de una larga preparación. Durante el año cada grupo elabora una presentación: videos, teatro, poesías, artículos, trabajos manuales, pintura, canciones, entrevistas. Están elaboradas por los alumnos. En las actividades que mencionas, las comparten con los alumnos de otros centros y de otras parroquias. Nos juntamos para soñar y compartir. Gracias, Padre Elie. Vamos a observar los juegos de estos chichos. Paseamos por la huerta. ¡Hermoso espectáculos! Competían dos grupos: un vaso de plástico en la boca, lo tenía que llenar en la fuente barroca y llevarlo hasta un cubo. Ganaba el que lograse mayor capacidad de agua en el cubo. ¡Risas y aplausos! Alguno derramó el agua en su vestimenta, otros perdieron el vaso. Se respiraba un ambiente de sana amistad y compañerismo.
Fray Simón organiza un juego muy divertido. Compiten dos grupos. Consiste ir saltando de aro en aro y lograr pasar sin tropezar con el oponente. Los chicos lo pasaron pipa; algunos lograron su objetivo, otros se quedaron en el centro.
Cada grupo está formado con chicos de distintos lugares; el objetivo es que se conozcan y aprendan unos de los otros.
¡Felicidades y gratitud a todos los chicos, profesores, catequistas y Mercedarios!
Pedro de Lorenzo y Macías.
Fotografías: Asociación Cultural Amigos del Monasterio de Poio.