Pepy G. Clavijo
Día del libro
Llega el "Día del libro" un año más, el 23 de abril se recuerda la muerte de Miguel de Cervantes, no quisiera que estas palabras que encontré, hace ya tiempo revolviendo mis apuntes, quedasen formando parte de las muchas notas que tomo casi a diario, creo que deben ser conocidas, sobre todo por los que no leen o leen poco.
"Carga con tus dudas y entra en la biblioteca, ahí encontrarás las respuestas, no están todas las que tú precisas, pero de momento te servirán y te llevarán a querer saber más".
"Abre un libro, cuento o novela y camina dentro de él, página a página hasta que te sientas parte de las aventuras o desventuras, te conviertas en náufrago en una isla deshabitada, el capitán que volvió de las estrellas, o el que viajó al fondo del mar".
"Coge un poema y paséate por él, verso a verso, hasta captar la intención del poeta, te sentirás alegre o triste y volverás a ser tan protagonista que creerás que eres tú quien lo ha escrito".
Lee, llena tu mochila de libros, alimenta tu espíritu leyendo, te sentirás muy bien y aumentarás tus conocimientos, casi sin darte cuenta.
Decía Cervantes que no hay libro tan malo, que no tenga algo de bueno, de todos se aprende, aunque no sea mucho.
La lectura de un libro es como un diálogo incesante entre quien lo ha escrito y el que lo está leyendo, el libro habla y el espíritu contesta.
A la persona que no lee, se le nota, su vocabulario es pobre, sus expresiones también, se oye con frecuencia conversaciones en las que van intercaladas numerosas "muletillas" (viene de muleta, algo en que apoyarse), o de tacos que, al fin, también son muletillas, necesitan un apoyo y por eso las usan; si se empieza a leer desde niño es fácil adquirir el hábito lector, se disfrutará tan rápido que las horas serán minutos y lo más importante es que leyendo bien los estudios irán mucho mejor, porque leyendo correctamente se entienden perfectamente los libros, los apuntes y las fotocopias que tan necesarias se hacen en estos tiempos.
No hay nada tan agradable como visitar una biblioteca, ya al entrar parece que el aire es distinto, se respira cultura ahí, hay que empezar desde muy temprana edad, el lector de tebeos será lector de libros cuando sea mayor, en las bibliotecas caseras los padres deben permitir que los niños toquen los libros, si no es así la biblioteca no sirve más que para adorno para eso es mejor poner una porcelana china, aunque puede ocurrir que los libros se compren "por metro" y procurando que el color haga juego con el tresillo (es una pena pero pasa).
A veces vamos al cine a ver una película basada en un buen libro y nos llevamos una gran desilusión, del libro tiene poco y es que ninguna película puede compararse con el argumento del libro en el cual se basa.
Otra de las máximaS de la lectura dice: "El que no lee, él se lo pierde, es como el que no ha conocido el amor".
También Montesquieu decía que "amar la lectura es trocar horas de hastío por otras deliciosas". Quien lee tiene la mente abierta a otras opiniones, sabe escuchar y también sabe dudar.
Esta mañana, al levantar la persiana, he podido ver como una persona subía la tapa del contenedor donde se depositan los papeles y ha introducido, a dos manos, una buena cantidad de libros (por lo menos 8 ó 10) ¡qué pena!.
Los libros son mis amigos, compañeros de viaje, los llevo siempre conmigo, son parte de mi equipaje, los tengo grandes y chicos con muchas hojas o pocas pero a todos los adoro, para mí… son un tesoro.
Por eso esta mañana he llevado un "gran mazazo", si hubiera tenido valor bajaría a rescatarlos; si no te interesa quedártelos, siempre habrá quien los quiera, hace un tiempo en otra ciudad y al pasar por un banco, vi que había uno envuelto en plástico, tenía un mensaje; "Soy un libro viajero, si quieres llévame contigo y cuando lo leas me vuelves a dejar en un sitio visible donde otro lector me pueda llevar con él", lo cogí me lo llevé, pero no lo he dejado en ninguna parte, todavía lo tengo y me ha hecho pasar ratos muy agradables su lectura, se trata de "La tesis de Nancy" de Ramón J. Sender, os lo recomiendo, es divertidísimo ¡apaga la TV y ponte a leerlo! verás que bien lo pasas.