Pedro De Lorenzo y Macías
¡Magia y recuerdos del esperpento popular en Carnaval! Comparsa de Barrantes
Todos los sábados los dedicamos a nuestras indagaciones. Estamos recopilando la belleza, el origen de los cruceiros en nuestra Galicia.
Visitamos Armenteira. Nos encontramos con el duende, el hechizo de este crucero.
Observamos a Cristo Crucificado en la cara sur; en la norte, María recuperando el cuerpo de su hijo. Una imagen oscura en el fuste que está borrosa y se armó el belén. ¡Diversas opiniones y tema de análisis!
Tomamos asiento en un bar, cercano al Monasterio de Armenteira. ¡Nuestra ponencia sobre los cruceros se durmió como San Ero! Un grupo de niños, disfrazados, jugaban con su imaginación; niñas, vestidas de princesa, se acercaban… ¡Su gran contento!
- ¡Hola, Princesa! ¡Qué hermosa estás!
- Me peinó mi mamá.
Se fue riendo y mirando hacia nosotros. Pronto sentimos el jolgorio de padres e hijos; en ellos emanaban ese antergo espíritu bohemio de nuestro carnaval. Nuestras conversas se desviaron a nuestras aventuras carnavalescas de antaño.
¡Ya era hora de reponer fuerzas! Apostamos por el cordero; de entrante, unas tapitas de pulpo a la feria, acompañados de un sabroso Mencía.
¡Llega una extraña comitiva! Delante iba un gran personaje, lleno de medallas y padeciendo una histórica cojera. Le acompañaba una dama de bandera. ¡Sí! Las que proyectan en las películas o series de ahora.
Su séquito eran árabes amables, que se saltaron las normas del Corán.
Estaban sedientos…; habían cabalgado los grandes desiertos. Agotaron toda la cerveza. Unos paisanos, sentados a nuestro carón, comentaban.
- ¡Qué ben viven os alcaldes!
- ¡Manolo, Manolo! Isos son os feiticeiros do carnaval. Un rapaz vai vestido de muller.
- ¡Carallo! ¿Un home vestido de muller? ¡Ai, sí levantara a cachola o Paquiño!
Se unieron otras comparsas, nos envolvió el carnaval de nuestros pueblos, sencillo, lleno de humor y retranca.
Hubo expectación y gran curiosidad. La que presidía la ponencia de nuestros cruceros, se levanta y charla con tan distinguida corte.
- ¡Perdón! ¡Qué expectante e ingenioso esperpento! ¿De dóndeprocedéis?
- ¡Somos de Barrantes! Nos trasladamos a Armenteira. No está controlada por aduanas y no es obligatorio el pasaporte.
¡Ya se colocó en el medio! A su derecha, una rubia de rechupete; a la izquierda, el herido en guerra con cojera. La comitiva árabe dando sus parabienes. Ella nos hace el signo de victoria.
¡Iniciamos contacto con el clásico parloteo! Eran una peña de Barrantes que viven a su manera nuestro esperpento carnavalesco. ¡Si viviese nuestro Ilustre Valle Inclán…! Tendría temática para exponer esta sátira llena de humor y sarcasmos.
Nos llenó de inmensa alegría, ilusión. No se perderán nuestras idílicas tradiciones. Pronto se unieron más enmascarados y se armó una fiesta natural y genuina de nuestros grandes pueblos, que luchan por revivir nuestro espíritu libre en las tradiciones.
En el salón principal, el Jeque Árabe invitaba a un ágape según el rito de nuestra Galicia: ¡Un buen cocido y otras viandas! Suben primero esa misteriosa pareja: ella, ya un poco desmaquillada; él, sufriendo de su venturosa cojera. Le sigue el Gran Jeque; su túnica rebosaba de petrodólares y euros. Con gran disciplina, van desfilando muchos árabes, saludando con sus bromas a todos nosotros, espectadores. Pronto hubo música de jolgorio y fiesta.
¡Gracias a este estupendo grupo de Barrantes! Hemos disfrutado de su buen humor, genialidad. ¡Volveremos el próximo año!
Pedro de Lorenzo y Macías.
Fotografías: @Sofía Lorenzo Gómez