Marisa Lozano Fuego
Esa bata
La recuerdo. ¿La recuerdas tú? Blanca, larga, haciéndote parecer uno más. Una persona más, los uniformes mimetizan, ocurría con los mandilones del cole, las faldas azules plisadas, los uniformes militares. Lo regio e igualitario de marcarnos, de llevar una vestimenta homogénea. Seguimos con nuestra individualidad intacta. Pero la marca dice algo. Soy Estudiante, soy Bombero, sirvo a mi País, a la Ciencia, a los Cuidados Paliativos. Soy Ciclista, Religiosa, Futbolista. Mi ropa dice lo que hago, y que lo hago en Equipo.
Sí, la recuerdo, blanca y larga, parecida a otras. Con solapas y tu nombre bordado. Desde pequeñita. Y la vez que en un restaurante me escondí bajo una mesa porque no quería que el mâitre me mirara las amígdalas, dichoso palo que empujaba, era lo único molesto de ir al pediatra. Sí, esa bata. La que os hace servidores de un ejército de heroínas, héroes. Ahí, callados, con vuestras familias durmiendo mientras vosotros no dormís. Poniendo vías e inyecciones, tomando temperaturas, dignósticos.Dando noticias gratas y otra no tanto, teniendo el alma templada para traer un bebé al mundo (recuerdo que asististe a los dos partos, teniéndonos en tu pecho como si fueras un canguro, osito, o una cálida cueva humana), teniendo el estómago lo bastante frío como para ver pústulas, huesos rotos,sangre.
Camillas y personas que evolucionan favorablemente, que envían una felicitación por Navidad. Otras que tienen sus días postreros y se encuentran bajo el cuidado atento, cariñoso de quien no soltará su mano. Porque ha prometido cuidar, conservar y proteger la vida con dignidad y cariño. Porque las personas no son jueguetes que si se estropean, se tiran.Por eso existe la especialidad de oncología, cuidados paliativos, por eso un tumor se opera, se radia y se trata buscando la mínima o máxima expresión de esperanza, sé que la Medicina no es una ciencia exacta, ojalá lo fuera. Busca, experimenta, en su inicio se hacía esterilizando útiles con fuego, extrayendo extractos de plantas, con bármanes como anestesia, con paños para contener hemorragias, no estériles, dando a luz en cuatro paredes y no en maternos.
Cuánto, cuánto ha avanzado desde entonces. Trasplantes de manos o rostro, fabricación de una esperanza, medicamentos para la gripe, el asma, a veces la tristeza, mucha experimentación, infinita, a veces no bastante medios, nunca suficientes, tanta ilusión, tanto amor a la vida que vale agotar la propia. En innumerables jornadas , con EPIS apretados, venga, voy, traiga, dos miligramos, cuatro más, abra, suture, ausculte, mire, por favor, me duele aquí, es torácico, es lumbar..¿cómo? "en cristiano, enfermera, doctor, mira que lle vai doer tempo, pero que disto non morre", "ah, a idade,…"Los huesos, Trombocid y mucha paciencia, ejercicio pouquiño a pouco. A modo", "¿Y el corazón? Non namore, pode ser demasiado fráxil. " "¿O meu?O de todos, doctor. Ah, así si, disque Cupido é peor que o cólera, dichoso neno coa mazá…."
Bromas tiernas para quitar hierro a la herida, sí, sabéis de Psicología, la veis todos los días, en las manos nudosas, en cada reuma, en cada radiografía. Profesionales de la salud, sí, decidisteis un dia que vuestra voación era servir. A la vida ajena, sí, en la salud y en la enfermedad, eso parece un matrimonio. El juramente hipocrático ata, también para toda la vida, obliga moralmente, entrega, alguien debiera llevarlo a un altar. En lo bueno y en lo malo, sí, allí, junto a una cama , viendo un patrón de ECG , calculando la hemoglobina, limpiando una bacinilla, una herida, cambiando la vía, buscando vena, antecedentes familiares, causas.
Sí, todas las labores, cada detalle, cada minuto, básico, importante, diágnostico, pronóstico, pasado , presente, futuro. Dolencias que no se conocen. Jornadas interminables, inagotables. Familias que os echan de menos, recuerdas, cuando niña no entendía que no estuvieras por las noches, creí que estabas guardando un castillo, creí que patrullabas por la ciudad.Para que no vinieran monstruos, vampiros, gorilas.En serio, siempre creí que eras un héroe , uno de esos héroes anónimos que en silencio dejan su cama y la sustituyen por una malla, escondidos tras una faz , mascarilla, bata galáctica, (eh, podrías ser astronauta, me lo hubiera creído, habría ido contigo a la Luna sin dudarlo un instante). Sí, papá tiene guardia. Y yo leyendo , un poco de angustia, un poco de miedo, sin saber el sitio desconocido donde morabas, si estarías bien , a quién guardabas. Esperar despierta y prometer que no me casaría con un médico, que ninguno de mis novios lo fuese, que cúanto lo echaría de menos para dormir abrazados, para soñar. Pensar por otra parte que estabas allí, y los rostros de quienes te saludan, con cariño, Doctor, por la calle, familias y personas que recuerdan tu rostro más que tus zapatos, batas que yo misma recuerdo porque me salvaron de una amigdalitis, una endometriosis, una bacteria. Que vigilaron mi corsé ortopédico y sanaron un dedo inflamado.Que m dieron un negativo que resultó positivo en vida. Sí, la recuerdo, esa bata blanca que hoy cumple años, al igual que tú, menos que la profesión sanitaria, más que yo, tantos como llevas en vena toda esa vocación de ayuda, que continúas ejerciendo con pasión, porque es lo que te da la vida, porque eso siento si llegas a casa agotado y sonriente de que a alguien has ayudado.
Tu papá es médico, pues si, sabes, me siento orgullosa y contenta como lo estaría si condujeras un camión, enseñaras Latín, fueras artesano de harina y amor como los abuelos , fueras profe como los otros, fueras torero, fueras marino, sí, pero eres médico, te dedicas a salvar vidas, te dedicas a sanar gente. Sí, esa bata blanca y el fonendo que me ponía en las orejas de peque hoy cumplen un año más. Y cada enfermera, enfermero, celador, cirujana, médico general, pediatra, auxiliar, personal de limpieza, todas esas personas que abren vías, cubren otras, todas esas personas que se ponen la bata e invisibilizan su rostro e identidad ..por ser parte de ese rebaño vida, por sacrificar la gloria al servicio humano, sí , todos estáis de cumpleaños. Y todos de celebración.
Hoy es 18 de Enero y mi padre, el Dr Carrillo, Tono para los de casa, Papá para mí, cumple años. Años de ayuda y años de amor, años de cansancio y de vocación, años de hacerme sentir orgullosa por esas veladas en vela y por esas consultas pasando una visita, otra, y todo ello sin quejarse, sin verle una lágrima o un sollozo, guardando dentro la ternura porque aquellos la necesitan, sacándola cuando precisas de su mano grande , o de un rico asado de pollo.
Papá , estás de cumpleaños y la Medicina también. Porque todos estáis luchando como titanes, como fieras, para salvar a la Humanidad de un terror y de una tristeza, el de todos los días, el de la soledad, el del contagio, el de la incertidumbre. Todos, todo el mundo cooperando detrás de esa cortina blanca y de unos zuecos asépticos, bajo esas batas camisas y dermis, corazones, ilusiones temores, aficiones musicales o artísticas recuerdos, vuestro propio ser. Dolor y alegría como el de otros, obligación moral de ser más fuertes o de así mostrarlo. Poner antes la vida y el descanso ajeno que el vuestro. Arriesgar días y noches, entregar toda una vida a eso, como un matrimonio, como un pacto. Esencia. Todos los días, todas las noches, para siempre.
Vocación de ayuda, invisible, visible, no laudada, sin marchas y sin monumentos cuando cada uno sois un monumento humano .Cuando vais a la guerra cada día, sin despeinaros y las armas del estetoscopio, los guantes, la sonrisa y bastante fe. Como la que tengo en vosotros, como la que he tenido en ti.Como la que siempre tendré.
Feliz cumple , Doctor Carrillo.
Feliz cumpleaños , Papá.
En ambos sectores, mi héroe.El primero que conocí. Uno de tantos, como los días del año.Todos igual de dignos.Todos igual de hermosos.Pero diferentes para mí. Porque cuando aquel bebé con un piquito oscuro en la cabeza vino al mundo chillando y con el cordón umbilical enrollado en torno al cuello, tú desenredaste ese caos y me acogiste en tu pecho para que no tuviera frío.
Es corto decir te debo la vida, y es imposible separar las gracias por ambas cosas: darme la vida y volvérmela a dar. Gracias por cada día de vida. Gracias por la tuya.
Feliz cumpleaños Doctor.
Tu hija que te admira y te quiere.
Maria Luisa Carrillo.