Tribuna Viva
Jornada escolar en tiempos de Covid: ¿partida o continua?
Desde hace días el supuesto debate entre jornada continua o partida está encima de la mesa, y digo supuesto porque no existe ese debate como tal, lo único que existe es el encontronazo serio entre conciliación o dignidad y protección para nuestros niños.
El curso ha empezado generando gran expectación, y pasadas tres semanas, volvemos a olvidarnos de que estamos inmersos en una situación excepcional, una pandemia mundial que ha generado unos cambios brutales y nos ha impuesto una rutina atada a protocolos que hace que el bienestar de los niños quede en un segundo plano.
Tranquilos todos, cumplimos protocolos… y no sin esfuerzo. Lo hacemos genial y recibimos el aplauso de la inspección por nuestra labor y no nos damos ni cuenta de que en medio de pasillos bien señalizados y patios acotados, bien acotados, nuestros alumnos y alumnas se pierden su infancia, su derecho a jugar y a relacionarse con los demás.
Tranquilos, están seguros ante el COVID, pero ya nadie piensa ni vela por sus derechos más fundamentales ahogados todos entre protocolos y demandas de familias que necesitan conciliar.
Como siempre, estas razones priman por encima de lo más importante y mientras, los más pequeños terminan haciendo eternas jornadas de nueve horas con mascarilla, sin poder jugar, sin poder abrazar, sin poder pelear, sin poder reconciliarse con normalidad, sin poder expresarse al completo, sin poder disfrutar de la sonrisa del otro... sin poder crecer.
No existe debate alguno. La jornada partida supone cuatro horas más para ellos en estas condiciones y no creo que haya ningún padre o madre en este mundo que, conociendo esta circunstancia, lo quiera para su hijo.
Necesitamos ayuda. Necesitamos ayuda como sociedad enferma donde las empresas no arriman el hombro para conciliar, donde las administraciones educativas no deciden con valentía ni seriedad y donde no se escucha a unos profesores, los últimos de la cadena, que reclamamos el derecho a que nuestros niños y niñas, a los que miramos a los ojos cada minuto, puedan jugar, respirar, aburrirse y disfrutar de una merecidísima tarde libre donde por fin, vuelvan a ser niños.
M.J.R.S.