Tribuna Viva
Incapacidad de la concejala Fouces para debatir de forma razonable
Hace unos días se celebró un pleno del Ayuntamiento de Pontevedra en dónde, entre otros motivos, se llevó al mismo, por los dos partidos que forman el gobierno municipal, una moción conjunta sobre la futura Ley del aborto. Parece que los concejales que gobiernan en Pontevedra le han cogido gusto a debatir cuestiones de ámbito nacional, propias del Congreso y del Senado, en el ámbito municipal. Quién más combativo y guerrero se ha mostrado es el grupo del BNG, quizás por la escasa representación que tiene en Madrid, 2 diputados de un total de 350 que conforman el Congreso de los Diputados, circunstancia que puede explicar su inclinación a someter a debate y votación esta cuestión en un foro mucho más propicio para sus intereses como es el pleno del Ayuntamiento de Pontevedra en el que cuenta con una cómoda y reconfortante mayoría absoluta con el PSOE. Conste que no seré yo quien ponga en duda su derecho a municipalizar debates que no son propios del mundo municipal. Pero allá ellos.
Pero lo que es absolutamente reprochable es la actitud de la concejala Carmen Fouces que habló en representación del BNG, no por su parlamento más que vehemente, sino por su "retórica" insultante, llamando cobardes a los concejales del PP y pretendiendo hacerles responsables de muertes de mujeres que se puedan producir en el futuro por abortos ilegales, fuera de cualquier parámetro razonable. Sólo le faltó llamarles asesinos. Por esa regla de tres también podía ser acusada de ser responsable material de las numerosas vidas de seres humanos eliminadas con la práctica del aborto que defiende de forma tan poco razonable.
Este tipo de aportaciones "intelectuales" no contribuyen a que un tema tan delicado como el del aborto pueda ser debatido en un clima de serenidad y carente de irritación que sería lo deseable para que cada grupo y cada uno de los concejales del mismo pueda expresarse con plena libertad, sin que tenga que ser descalificado de la forma en que lo hace la señora Fouces, cuya absoluta impotencia para debatir un tema de esta naturaleza, con el necesario sosiego y falta de respeto hacia el adversario, ha quedado en evidencia.
En su monólogo, porque el PP no entró al trapo y decidió no debatir, esta señora hizo caso omiso del derecho a la vida consagrado constitucionalmente en el artículo 14 de la Constitución y de todas las resoluciones del Tribunal Constitucional sobre la materia que desde el año 1985 conforman un cuerpo de doctrina constitucional en donde se deja claro que la vida del concebido y no nacido es merecedor de protección constitucional. Aunque la verdad es que a nadie puede extrañar que el BNG no respete la Constitución porque va en su ADN. Pero siendo esto así, aquélla, le guste o no al BNG, tiene que ser respetada mientras está en vigor y, en particular, su artículo 14 que defiende el derecho a la vida sin limitarlo a los seres humanos nacidos y que cumplen con los demás requisitos del Código Civil para alcanzar la condición de personas, sino que lo extiende al concebido y no nacido, tal y como fue ratificado el Tribunal Constitucional. De forma parecida, se hace en el ámbito del Derecho Comparado en muchas constituciones de otros países en donde se reconoce de forma expresa el derecho a la vida desde la concepción. Por eso, si no se está de acuerdo lo que procede es instar la revisión o reforma constitucional para defender la vida, sólo, desde el nacimiento, y no promover su flagrante trasgresión. Sin embargo, para otras cosas que si le vienen bien, el BNG no tiene ningún reparo en invocar los derechos constitucionales, por lo que vemos cómo la coherencia brilla por su ausencia. Por último, sólo me resta decir que no hay nada más progresista que defender el derecho a la vida, incluyendo a los seres humanos no nacidos.
José Pablo Galván Carballo
Abogado
13.05.2013