Pedro De Lorenzo y Macías
Leyendas Jacobeas - Santo Domingo de la Calzada
*Fotografía: Copyright © Miguel Selas Canga. (Mosaico romano del Monasterio de Poio).
En el bus hubo follón. Y nos colgaron el micro para comentar leyendas jacobeas. Nos vino a la mente que una bella riojana, de esbeltez helénica, nos susurró hechos acaecidos en el caminar jacobeo. Observamos que a todos les encantan las leyendas, los cuentos, los mitos. Si no hay vestigios, los inventan.. ¡Observad varios medios y todo es posible!
"En el siglo XIV, llegaron a Santo Domingo de la Calzada un matrimonio alemán, acompañado de su hijo Hugonell; joven agraciado en su físico y de mente clara e inteligente. Se hospedaron en una posada, para descansar esa noche.
Una sirvienta, gorda y desdentada, se enamoró de Hugonell. Sigilosamente, se acercó a su cama y susurra.
- ¡Deja que te caliente la cama, bello doncel!
- ¡No! Estoy de peregrinación jacobea y no puedo pecar.
La sirvienta se sintió humillada por el rechazo. Maquinó su venganza. Guardó en el zurrón del joven germano una copa de plata. Partían los tres alemanes hacia Logroño. Ella acusa de robo a Hogonell. Las autoridades los detienen y encuentran en su zurrón la copa. Es condenado a la horca, costumbre medieval para los ladrones. Ahora los condecoran con hotel de varias estrellas.
Los padres, afligidos, solicitan la protección y ayuda del Apóstol Santiago.
Ahorcan al joven y lo dejan de escarmiento. Sus padres se acercan y el chico les habla y comenta que el Apóstol le salvó de la muerte.
Los padres se presentan ante el corregidor (gobernador medieval). Le cuenta lo ocurrido y, riéndose, se burla de ellos.
- Su hijo tiene tanta vida como este gallo y gallina, bien asados, que me voy a comer.
De súbito, las dos aves saltan del plato y se ponen a cacarear alegremente, como si no fuesen asadas. Asustado el corregidor, dio orden de liberar al joven y los tres, padres e hijo, siguieron el camino jacobeo.
Esta leyenda está asociada con el Gallo Portugués, que pasó a ser emblema de nuestro pueblo hermano.
"Un Peregrino gallego salía de Barcelos; una ciudad lusa del distrito de Braga; se dirigía a Santiago; fue acusado de robar unos denarios a un
terrateniente; fue condenado a la horca. Solicitó hablar con el juez, que estaba comiendo un gallo.
- Excelencia, soy inocente. La prueba la verá: cuando me vayan ahorcar, ese gallo se levantará y se pondrá a cantar.
El juez ignoró este comentario y ordenó la ejecución. Cuando le ceñían la soga al cuello, el gallo se levantó y cantó. Asustado el Juez, corrió hacia el patíbulo; vio que el gallego se había salvado gracias a un nudo mal hecho.
Según la leyenda, el gallego que era cantero, volvió años después y esculpió el crucero del Señor Gallo. Lo podéis encontrar en el Museo Arqueológico de Barcelos.
Este gallo pasó a ser símbolo de nuestro pueblo hermano de Portugal. No indican el siglo, ni año de esta leyenda. Creemos que se trasmitió por vía oral. Las dos son curiosas. ¡Cuidado con el gallo! ¿Y si resucita?
Pedro de Lorenzo y Macías.