Tribuna Viva
Malvados, gamberros y gentuza en el Campus de Pontevedra
Toda la gentuza de Pontevedra se concentró la otra noche en el Campus de la Xunqueira. La mayoría no eran estudiantes. Eran mala gente. Causaron destrozos gratuitos y como animales que son usaron estacionamientos y espacios públicos para aliviarse de la bebida consumida. Se produjeron robos y daños. La Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación se llevó la peor parte, ya que estos vándalos destrozaron la barrera de acceso al estacionamiento.
Además, ante la amenaza de la marea que fue cercando los edificios del campus, tuvimos de adelantar la clausura de las Jornadas de Protocolo, para que nuestros invitados pudieran abandonar el recinto con comodidad. Pese a ello, alguno de ellos sufrió el zarandeo de sus vehículos.
La que nació como Fiesta de la Publicidad y las Relaciones Públicas bajo la advocación de Santa Catalina de Siena, se ha convertido en "Santa Catabirra", un macro botellón de gamberros, disfrazados de estudiante universitarios.
Y todos tenemos la culta, pero especialmente la autoridad gubernativa, la autoridad municipal y las autoridades académicas. No es la primera vez que ocurre, pero debe ser la última.
Es vana toda tolerancia. Esta no es una fiesta universitaria. Es una concentración del mal donde todos los excesos se permiten. Pese a las precauciones que se tomaron para evitar el asalto a las facultades, el caos se apoderó del campus y el mal se adueñó de todo el espacio. Ahora habrá que evaluar los daños y reponer los destrozos.
Luchamos contra la capacidad de esta gentuza de convocarse, de reunirse. Sabiendo dónde pretende aparecer, deben tomarse las medidas gubernativas para impedirlo. Cerca del lugar donde se celebró el aquelarre está el parque de bomberos, en los países civilizados estas concentraciones de animales se dispersan con agua, a veces teñida de color, para que las bestias queden marcadas. No son otra cosa.
El sagrado recinto donde se aprende, se reflexiona y se medita en paz no puede volver a convertirse en la pesadilla donde la ignorancia y la maldad comentan todos los excesos contenidos. El mal existe. Hay que combatirlo o pereceremos.
Fernando Ramos
Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de Pontevedra
19.04.2013