José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: El entorno
El experimento de Ash, es una de las investigaciones más populares en el ámbito psicológico. Trata de mostrar cómo seres humanos perfectamente normales pueden ser presionados hasta mostrar un comportamiento inusual ligado a la fuerza ejercida por las figuras de autoridad, o por el consenso de la opinión de los que le rodean.
Para el experimento, se distribuyen 8 personas alrededor de una mesa, con los asientos previamente asignados, según un plan elaborado para evitar cualquier sospecha. Se informa a un voluntario que va a participar en una prueba de percepción visual. El resto son actores cuidadosamente instruidos para dar respuestas preseleccionadas. El primero no sabe que va a participar en una prueba sobre conformidad grupal.
La tarea, es muy simple en su esencia; una plantilla con cuatro líneas en vertical, dos iguales y las otras diferentes. Los actores han sido preparados para escoger una línea equivocada. En la primera observación de una plantilla el “inocente”, duda pero elige la respuesta correcta. En la segunda prueba con otra plantilla, el grupo da otra vez una respuesta incorrecta y el voluntario se adhiere a la opinión del grupo.
No quiere ser simplista, y concluir que toda la problemática de Cataluña tiene que ver con la presión del entorno, hay muchas razones más (es también una cuestión histórica, política, económica y social), pero indudablemente somos criaturas muy sociales y nos procuramos ajustar a la opinión del grupo, nos preocupa lo que piensa la gente que nos rodea. No queremos que nos juzguen mal y muchas veces nos ajustamos a lo que dice el grupo, aunque no le encontremos lógica.
Unos posicionamientos, y un clima de confrontación en la que perdemos todos no tiene razón de ser. Algo que se podría encauzar de forma civilizada se está magnificando, y si alguien mantiene un pensamiento crítico, equidistante o cuestiona las decisiones tomadas por unos u otros, es tachado de traidor o poco patriota, y evita emitir opiniones sobre el tema, e incluso baja la cabeza y se adhiere al grupo.
Esperemos que las elecciones catalanas, y en un futuro las generales sirvan para valorar objetivamente lo que han hecho nuestros políticos, ya que la urna, en la que se deposita un voto verificable y secreto, se supone, que en principio está a salvo de la presión grupal. ¿O no?
@novoa48