José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: Narcos y compañía
Todos los amantes de las películas mafiosas clásicas, El padrino, Uno de los nuestros, y los que iniciamos nuestro periplo por las series con Los Soprano, estamos de enhorabuena con la recreación de la vida de Pablo Escobar en Narcos, una serie que te atrapa desde el principio, tiene ritmo, acción, tonalidad, banda sonora y un toque documental que la hace muy creíble.
Tanto su protagonista Wagner Moura como el realizador José Padilha, del que los cinéfilos nos acordamos por Tropa de élite (película brasileña premiada con el oso de oro del festival de Berlín en el 2008 tan profundamente pesimista como real), son elementos capitales en esta nueva creación americana que retrata desde diferentes miradas: política, policial y personal, la vida de un narcotraficante.
Los primeros momentos nos retrotraen al origen del “floreciente” mercado de la droga en Sudamérica. Surgió en Chile, no en Colombia como todos imaginábamos. Y Pinochet tiene mucho que ver, pero no quiero adelantaros acontecimientos.
Todo gira en torno a Escobar. El hombre más rico de su país, y posiblemente del mundo. Tenía tanto dinero que lo enterraba en grandes sacas. Él es dueño y señor. Su error, ser aclamado como un líder político en su país (no os suena esto). La descarada naturaleza con la que los cárteles operan a nivel nacional e internacional y como el poder político en muchos casos se subordina al narcopoder nos vuelve a demostrar que siempre la realidad supera a la ficción.
Un personaje que construyó vivienda para los más pobres (plan Medellín sin tugurios), diseñó su propia cárcel, financió a varios equipos de fútbol (no os suena también esto). Vivía en una hacienda a la que llamó Nápoles, en honor a su admirado Al Capone en la que incluyó un zoológico con más de 1.000 especies y de acceso gratuito al público.
Nos permite también visualizar, el papel central de EEUU como consumidor de droga y fiscalizador de América Latina. Los creadores de la serie evitan el tono de las producciones americanas salvamundos y se muestran críticos en todas las direcciones, lo que es de agradecer en una serie en definitiva bien construida y trabajada.