José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: Radicalismo
En la interpretación sesgada que realizan los ideólogos radicales islámicos del Corán, consiguen convencer a algunas personas de que, muchos son los beneficios que la “yihad” trae consigo: una lucha por la igualdad, un lugar de consuelo dónde compartir desdichas con otros individuos confrontados con los mismos problemas, que comparten la misma fe. Una comunidad que da sentido a su vida y que en definitiva le da una identidad como individuo y como grupo que siente que no tiene.
La utilización de las redes de Internet que amplifican sobremanera los mensajes de “sufrimiento”, de “continuas injusticias” (marginación, discriminación) contra el pueblo musulmán, hacen posible que individuos en distintos continentes sean capaces de compartir información, experiencias personales destructivas y retroalimentarse atendiendo a los cánones de los radicales violentos.
No hay excusas para no participar en la lucha contra el infiel y dar sentido a su vida. Los violentos, convictos, incluso los que hayan cometido delitos pueden hacerlo, ser un “héroe” y “ganarse el paraíso”. En muchos casos son personas impulsivas, que se dejan arrastrar más or las emociones, que por la razón.
La crítica situación en la que se halla el mundo es uno de los principales argumentos que los extremistas violentos de origen musulmán esgrimen en defensa de su lucha, para sensibilizar y captar a los nuevos prosélitos.
La pobreza, el problema demográfico, la división geopolítica Este-Oeste y geoeconómica Norte-Sur, las relaciones internacionales dirigidas por los EE.UU, la economía como guía que marca las pautas de acción a seguir, la lógica de la imposición de la fuerza militar para solventar conflictos, sirven como pretextos que si bien entre los habitantes del primer mundo no se entienden como suficientes para optar por una opción radical sí lo son entre quienes han sufrido, sufren o creen sufrir las consecuencias directas o indirectas de esta situación.
El proyecto fundamentalista persigue la destrucción masiva de todo el sistema político, social, económico occidental comenzando por desestabilizar la paz social y la relación entre los pueblos provocando el terror.
Se hace necesario reflexionar sobre esta cuestión de una manera sosegada, pensando en cuál es la mejor manera de abordarlo tanto en el ámbito individual como el colectivo. Ya sé que es muy difícil, y las soluciones (ayudas al desarrollo, búsqueda de una integración satisfactoria, seguridad/inteligencia...) requerirán mucho tiempo; pero intensificar los ataques sobre Siria e Irak (la violencia genera violencia) sólo perjudicará a la población civil y no irá a la raíz del problema.